Emigró la ola de robos. Varias chacras esteñas donde vacacionan familias argentinas junto a magnates fueron vaciadas. Las autoridades reconocen que no pueden asegurar la vigilancia.
Así nomás, en pleno arranque de la temporada de verano, el río más ancho del mundo no resultó un impedimento. Y “verde que te quieroverde” parece ser la frase preferida de ciertas bandas de delincuentes -entre rateros, oportunistas y “organizados”- que, sedientos de dólares, tan escasos por estas tierras, cruzaron el Río de la Plata, para dar suculentos golpes en las costas uruguayas, donde vacacionan numerosos argentinos junto a magnates y famosos de todo el mundo.
Esta singular ola de robos no parece detenerse. En menos de una semana entraron ladrones a las coquetas fincas o chacras marítimas de los empresarios Alejandro Bulgheroni, Lapo Elkann y Santiago Soldati. Se llevaron efectivo y valiosas joyas. Literalmente, las vaciaron.
El director nacional de Turismo de Uruguay Benjamín Liberoff salió a decir que “es imposible garantizar la vigilancia de toda la costa”. En suelo criollo, por semejante declaración se pediría hacer rodar la cabeza de cualquier funcionario nacional o provincial afectado a la seguridad.
El jet set salió al ruedo. Entre otras figuras, “Su Giménez, quien en anteriores hechos de violencia dijo que se debía “meter bala a los delincuentes”, en esta ocasión deslizó: “No puedo creer la ola de asaltos que hay. Esto para mí es un plan muy orquestado. Pero acá la Policía los va a encontrar”, disparó, ninguneando a las fuerzas policiales argentas.
La sociedad argentina, sin divisas suficientes y en gran parte vacacionando entre mares y sierras fronteras adentro, mira perpleja estos robos de las chacras esteñas. Bien sabe que hacia allá emigró, al menos por ahora, la moda delictiva que en otros tiempos asolaba las casas vacías de este lado del Río de la Plata, o irrumpía en los chalets de las cotizadas ciudades balnearias de Pinamar o Cariló.
El último de los robos se produjo en la chacra “El Capricho” de la laguna de Rocha, del empresario Santiago Soldati, dueño de la Sociedad Comercial del Plata. Participaron varios delincuentes. Se llevaron dinero, objetos de valor, electrodomésticos y hasta las valijas.
El llamativo saqueo se produjo tras el millonario golpe al empresario italiano Lapo Elkaan y a la familia del petrolero Alejandro Bulgheroni, en Punta del Este.
El primer asalto en darse a conocer fue el sufrido por Elkaan. El heredero del imperio Fiat se encontraba en Punta con su novia, Gaukhar “Goga” Ashkenazi, de Kazakhstán.
Delincuentes le sacaron de su casa casi 5 millones de dólares en joyas y dinero en efectivo.
La familia Bulgheroni también fue víctima. Un grupo de ladrones aprovechó que los hijos del empresario habían salido a comer y se llevaron 15.000 dólares.
El playboy italiano y el millonario despojo de joyas
“Se trató de una desgracia con suerte. Sólo se llevaron pesos uruguayos y bijouterie de mi esposa, además de una valija de un matrimonio amigo que estaba vacía”, declaró luego del robo, el empresario argentino Santiago Soldati procurando quitarle importancia al despojo sufrido en la intimidad de su hogar.
El botín no se condecía con los casi 5 millones de dólares en joyas y dinero en efectivo que le birlaron horas antes al italiano Lapo Elkann.
Elkann, neoyorquino de nacimiento e italiano por lazos familiares, de 35 años, y su novia, Gaukhar “Goga” Ashkenazi, de Kazakhstán y de 32 años, había llegado el día anterior a Montevideo, en un vuelo de Iberia directo desde Madrid.
Desde el aeropuerto de Carrasco se trasladaron hacia Punta del Este, invitados por la italiana Paola Marzotto, que hace unos cinco años se instaló en las afueras de la Barra de Maldonado, donde compró 50 hectáreas repartidas en tres chacras.
Un modus operandi “for export”
Entre la incredulidad y el desconcierto entre los investigadores. No aparecen las joyas que le robaron a Eduard Elkann y los saqueos se suceden, incluso el del empresario Alejandro Bulgheroni.
En total hubo diez asaltos a casas marítimas en menos de diez días. Al principio, la Policía habló de “oportunistas, o rateros”, pero luego comenzaron a pensar en una banda organizada.
La modalidad delictiva es muy similar a la de grupos de asaltantes que mantenían en vilo en otras temporadas a los veraneantes de la Costa Atlántica: cuentan con información previa sobre lo que guardan o disponen las víctimas junto a detalles de horarios y movimientos.
En aquellos hechos, estas bandas tenían un sólido apoyo de efectivos policiales, tal como ocurrió con la denominada “Banda de los Hornos” y el resorte policial de los oficiales Prellezo, Camaratta y la “Liebre” Gómez. Decían que, hasta el crimen del fotógrafo José Luis Cabezas, se dedicaban “sólo a robar casas”.
“Es imposible” evitar robos en las chacras esteñas
El director nacional de Turismo, Benjamín Liberoff, dijo que “no es bueno” para el turismo que se difunda a través de los medios de Argentina y Uruguay los robos que ocurren en los balnearios del Este. Añadió que “es imposible tener en todo el territorio cobertura de las características” que permita evitar los robos en las chacras.
Consultado acerca de si Turismo había solicitado al Ministerio del Interior que aumentara la cobertura de efectivos policiales en la zona costera, Liberoff dijo que “cualquiera que conozca la costa comprende que es imposible tener en todo el territorio cobertura de las características que se necesitan para los episodios que estamos viendo”.
La ministra de Turismo Liliam Kechichián sostuvo que están “seguros de que se van a aclarar. Uruguay sigue siendo un destino seguro”.
Susana Giménez: “Están orquestados”
Susana Giménez es una de las figuras de la región más asiduas a pasar verano en Punta del Este. “No puedo creer la ola de asaltos que hay. Esto para mí es un plan muy orquestado. Pero acá la Policía los va a encontrar. Decían que es una banda organizada, así que esperemos que los agarren pronto”.
La Policía encontró en un automóvil detenido en la zona de San Rafael tras la fuga de dos hombres, una lista con “nombres de chacras” en Punta del Este, por lo que se presume que las mismas estaban en la “mira” de los ladrones.
Fuente: Diario Hoy