Debido a la inflación, hay cada vez menos monedas. Y los bancos pierden influencia. La ex Ciccone, de fiesta.
Lejos de llevar adelante acciones para controlar la inflación y mantener el valor de la moneda, durante 2012 el Banco Central (BCRA) puso en circulación -en términos netos- 716 millones de nuevos billetes, 80% de los cuales correspondió a los papeles de la más alta denominación, 100 pesos.
Durante 2012 el Banco Central (BCRA) puso en circulación -en términos netos- 716 millones de nuevos billetes, 80% de los cuales correspondió a los papeles de la más alta denominación, 100 pesos.
El BCRA difundió ayer su comunicación quincenal sobre la cantidad de billetes y monedas en circulación. Al 31 de diciembre de 2012 había 2111 millones de billetes de $ 100 en poder del público y de los bancos, 569 millones de billetes (o 37%) más que un año atrás.
Según analiza hoy El Cronista, ningún factor podría explicarlo mejor que una inflación de dos dígitos, como la que hoy tienen la Argentina y sólo unos pocos países en el mundo. Aunque en menor medida también el crecimiento de la informalidad y de la desbancarización que parecen profundizarse a nivel local. Por estos tres grandes fenómenos, la maquinaria de impresión de billetes debió volver a ser explotada al máximo por el Gobierno durante todo el 2012 al punto de marcar un nuevo récord.
De las cuestionadas plantas de impresión -que el año pasado fueron noticia por el affaire Ciccone que involucró al vicepresidente Amado Boudou y al titular de The Old Fund Alejandro Vanderbroele- salieron durante todo este año más de 1.000 billetes de cien por minuto. Esto significa que, en 2012, estos papeles de mayor valor nominal llegaron a representar el 80% de la emisión total; lo que es, en suma, 570 millones de unidades. El año anterior, habían concentrado el 75%.
Los economistas aseguran que no hay acciones tendientes a controlar la inflación.
En el mismo tiempo, todas las monedas (de entre 5 centavos y 2 pesos) fueron perdiendo participación en el sistema: el Banco Central las incrementó en apenas un 6% y amplió en cambio la emisión billetes de Roca y Eva Perón en un 20%.
La creciente necesidad del Central de dar prioridad a la emisión de billetes en detrimento de las monedas está directamente ligada a la inflación. En 2010, el organismo de Marcó del Pont autorizó la impresión de 188 millones de billetes de cien; y de unos 609 millones en monedas. La relación, sin embargo, se invirtió en 2011 y 2012: los billetes se ampliaron en 490 y 570 millones en esos años, respectivamente; y superaron el crecimiento de las monedas, que fue de 366 y 410 millones.
En menor medida, el fenómeno también está vinculado con la bajísima bancarización que tiene la Argentina, y que terminó por profundizarse algo más este año. Los bancos pierden importancia. La economía se está desbancarizando. Y esto se refleja en un mayor peso del dinero circulante sobre el llamado transaccional que se mantiene en el banco en menores niveles que en el pasado, comentó Luciano Cohan, de Elypsis.
La solución podría haber llegado, así y todo, de otros dos lados: de la impresión de billetes de mayor denominación ($ 200 ó $ 500, como ya propusieron en algunas oportunidades las asociaciones de bancos) o de un proceso de bancarización.
El Banco Central amplió la emisión de billetes en un 20 por ciento.
Esta segunda opción es la que aún hoy tienta a algunos banqueros no siempre oficialistas como, por ejemplo, el presidente del Ciudad, Federico Stuzenegger: No tener un billete más grande fomenta la bancarización y la formalización. Es lo mejor de la política monetaria de este gobierno, se anima a repetir el ejecutivo del Pro, de vez en cuando, ante periodistas. Su visión puede haber explicado, este año, el aumento del 76% que se reflejó este año en la cantidad de transferencias inmediatas que hizo el sector privado y del 5% en la cantidad de débitos directos para efectuar pagos de servicios.
mdzol.com