Ante la imposibilidad de adquirirlos de manera oficial, los turistas argentinos se las ingenian para conseguir los billetes. Los que viajan por tierra los terminan comprando en la zona de frontera, a cotización «libre». Las dificultades
Muchos de los primeros turistas que llegaron sobre tierra brasilera se encontraron con una dificultad: no alcanzaron a comprar reales a valor oficial. Sin embargo, encontraron la forma de salir de la encerrona. Como en la Argentina, apelaron a los mercados paralelos localizados en la zona de frontera, donde las regulaciones del mercado cambiario no llegan con la misma eficacia que en los centros urbanos.
Uno de ellos está ubicado en Canasvieiras; tal vez, el balneario de Brasil que más argentinos recibe. Allí, tres cordobeses de 25 años debieron sortear algunos problemas para hacerse con la moneda del país vecino. César, un fanatico de Talleres, cuenta al diario Clarín que pudo conseguir la autorización oficial para comprar la divisa a $2,43, pero no pudo concretar la operación ya que «en Córdoba no hay reales».
«Al final, vinimos con pesos», sostuvieron los viajeros. Pero pudieron hacerse de reales en una «cueva» de la playa brasilera. «A valor paralelo, obvio, a $3,30», comentó César. Ante lo engorroso que significa consegurir reales, planean consumir todo lo que puedan con la tarjeta de débito -a cotización oficial- y cuidar el efectivo.
Otra de las artimañas para hacerse con cambio líquido en la frontera la deslizó Soledad, una vecina de la provincia de Buenos Aires de 19 años. «El coordinador con el que vinimos nos consiguió un buen cambio y por $100 me dieron 40 reales», comentó la jóven, que llegó a territorio brasilero a trabajar como tarjetera de boliches.
Sin embargo, hay otras posiblidades más allá de la frontera con Brasil. Se puede comprar reales en las casas de cambio o negociar con los “arbolitos” por la calle. Según relata el matutino, en la avenida principal de Canasvieiras, Das Naçoes hay un kiosco multifunción que hace de “casa de cambio” . Una peculiaridad: lo gestionan dos argentinas, Sofía (19) y Eliana (23). A Eliana le denegaron la compra de reales en la AFIP. Sofía, en cambio, consiguió la aprobación fiscal.
Pese a ello, la operación cambiaria redundó en una odisea imposible. “Primero, que sólo se puede comprar siete días antes del viaje. Y no siete días hábiles, siete días de corrido. Me agarró justo la semana de Navidad. Fui el miércoles al banco y no había reales, el jueves hubo paro bancario y el viernes…»¡no había sistema!», contó Sofía.
Fuente: Infobae