El billete de $100 no sólo llegó a la Z, sino que ya supera los 20 millones de unidades emitidas. El peso es la moneda más depreciada de la región.
La estrategia gubernamental de mantener caliente la demanda y el consumo alcanzó un nuevo hito en los últimos días, cuando el billete de 100 pesos que lleva la imagen del ex presidente Julio Argentino Roca, llegó a la serie Z.
Quienes haya retirado fondos del cajero en estos días podrán comprobar que el billete de 100 no sólo llegó a la Z, sino que ya supera los 20 millones de unidades emitidas. Los cajeros hace rato dejaron de entregar billetes de 10 ó 20, y casi no entregan de 50.
La razón no es mala voluntad de los bancos, sino que cada cajero tiene un espacio físico limitado, y ante la inflación que lleva a la gente a necesitar cada vez más efectivo, optaron por priorizar los billetes de más alta denominación para no tener que reponer constantemente las máquinas.
El billete de Roca no es el único que circula con la nominación de 100 pesos, ya que también se empezaron a ver en la calle desde hace semanas los que conmemoran a María Eva Duarte de Perón, «Evita», aunque todavía las calles no se han inundado de esos papeles -en muchos lugares los rechazan-, porque debió hacerse una adecuación en los software de los cajeros para que los puedan leer, la cual aún no parece haber concluido.
Con datos a octubre último, el dinero en circulación creció un 41,4% interanual y, para esa fecha, el aumento de la cantidad de billetes ya había sido similar a todo lo que creció en 2011 (alrededor de $35.400 millones).
Sea un «Roca», o un «Evita», lo concreto es que los billetes de 100 pesos duran cada vez menos en la billetera, ya que desde un viaje promedio en taxi hasta una compra en supermercado cuesta de 30 pesos para arriba.
Entidades de defensa del consumidor hicieron un estudio de tickets que arrojó que el valor promedio de lo que uno compra en un supermercado termina siendo cercano a 10 pesos, cuando el año pasado arrojaba 7,50.
Ni hablar de las monedas, donde las de 5, 10 y 50 centavos, que todavía circulan, casi no tienen poder de compra.
Ir a un kiosco y, ante la necesidad de recibir un vuelto chico, preguntar «¿qué tiene por 50 centavos?, merece una respuesta contundente: «Nada».
Estudios privados señalan que el poder adquisitivo que tenía un billete de 100 pesos hace cinco años, en la actualidad equivale a apenas 33.
El país imprime billetes cinco veces más rápido que los Estados Unidos, ya que mientras la Reserva Federal amplió el circulante a un ritmo del 7,3 por ciento anual, en la Argentina se lo hizo al 39 por ciento, de acuerdo con estimaciones de la consultora INC.
«El dinero que se imprime en realidad es gastado por el Gobierno, de manera que eso tiene un impacto directo en la economía y tiende a ser mucho más inflacionario», dijo Neil Shearing, economista jefe para mercados emergentes en Capital Economics Ltd.
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