El desempleo y el trabajo en negro crecen hasta para el Indec

Hay 5.700.000 trabajadores con problemas laborales. Los no registrados ya llegan al 35,5%.
Casi 5.700.000 trabajadores tienen problemas de empleo : 1.261.000 desocupados y 4.410.000 porque trabajan “en negro”. Así surge de los datos difundidos ayer por el INDEC que marcan en el último año un aumento del desempleo (del 7,2 al 7,6%) y del trabajo no registrado (del 34,3 al 35,5% de los asalariados).

También aumentó, aunque levemente (del 8,8 al 8,9%) la subocupación, gente que trabaja pocas horas aunque esté dispuesta a trabajar más. Y por el recorte de horas extras, disminuyeron los sobreocupados o los que trabajan más horas (del
32,4 al 30,3%).

Con relación a un año atrás, la gente con problemas de empleo se incrementó en 305.000 personas. Y eso se explica porque se desaceleró la creación de empleo y hubo un descenso del trabajo en blanco, en especial en la construcción.

El modelo mutó hacia un esquema de salarios altos en dólares y nula creación de empleo, advirtió a El Cronista Marina Dal Poggetto, economista y socia del estudio Bein, al analizar el escenario actual del mercado del trabajo. Y consideró que la suba del empleo no registrado estaría vinculada a que los pocos puestos de trabajo creados en el período corresponderían al mercado informal.

También el economista y diputado de Unidad Popular Claudio Lozano alertó sobre la nula generación de nuevos puestos de trabajo, la destrucción de empleo formal y el aumento de la informalidad. Hay un cambio de tendencia porque aumenta la cantidad de trabajadores sin aportes y el cuentapropismo en un contexto de estancamiento en la creación de empleo, indicó Lozano a este diario.

De las estadísticas oficiales se desprende que el incremento de la desocupación recayó enteramente sobre las mujeres, en especial las más jóvenes. Así el 19,5% de las mujeres menores de 29 años están desempleadas, cuando un año atrás abarcaba al 17%. En el Gran Buenos Aires, el desempleo femenino joven llega al 24,8%.

Con los mayores índices de desempleo y trabajo en negro está el conurbano bonaerense, Córdoba, el NOA y NEA. La Rioja está al tope con el 46,6% de informalidad laboral.

En la Ciudad de Buenos Aires, la informalidad es del 24,1% y con el menor índice se ubica Ushuaia-Rio Grande, con el 12,8%.

Con relación a un año atrás, el mayor incremento de la informalidad se registró en el NOA, del 40,8 al 42,5%, en especial en Tucumán y La Rioja. Si se excluye al empleo público que ocupa a 3 millones de personas – que se supone están registradas –, sobre 9,4 millones de asalariados privados, el 47% trabaja en negro. Significa que casi 5 de cada 10 asalariados del sector privado se desempeña en la informalidad.

Los sectores que tienen mayor nivel de trabajo en negro son el servicio doméstico, la construcción y hoteles y restaurantes.

Las actividades primarias, como el agro, figuran con una baja informalidad porque las cifras oficiales no incluyen a la población rural sino a la urbana (37,5 millones de personas).

Los que trabajan en negro no tienen descuentos jubilatorios, no cuentan con seguro de accidentes de trabajo y no reciben beneficios laborales como vacaciones, asignaciones familiares (matrimonio o nacimiento) o atención médica a través de una obra social.

Los números oficiales no incluyen a los que cobran una parte en blanco y otra en negro, que en los registros oficiales figuran como registrados. Tampoco están como asalariados los factureros, que son empleados dependientes, con empleos regulares, pero deben presentar facturas como monotributistas y que en la estadística oficial aparecen como trabajadores “por cuenta propia”.

Aunque fue disminuyendo respecto del pico de 2001/2002, el empleo en negro se mantiene muy alto. Desde comienzos de 2008 se ubica por encima de las 4 millones de personas. Y en los dos últimos años viene en ascenso.
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