Al dirigir la palabra en el Festival que se realizó en Plaza de Mayo, la Presidenta pidió que los tres poderes no sean sólo independientes del poder político sino también del poder económico y advirtió que «si no se respetan las leyes que emanan desde el Congreso de qué democracia estamos hablando».
La presidenta Cristina Fernández dedicó buena parte de su discurso de esta noche en Plaza de Mayo a la Justicia argentina. Luego del revés que recibió el Gobierno de la Cámara Nacional en lo Civil y Comercial Federal, que amplió la cautelar que favorecía al Grupo Clarín en relación con dos artículos de la Ley de Medios, la primera mandataria se refirió a ese poder de distintas maneras, la mayoría de las cuales, mediante anécdotas, datos históricos y metáforas, en tono crítico.
Para introducirse en tema, Cristina Fernández trajo a colación el dato histórico de que el derrocamiento, en 1930, del presidente radical Hipólito Yrigoyen, había obtenido aval de la Corte Suprema de entonces, que consideró «legítimo y legal» el golpe. A partir de ese momento, las referencias se sucedieron, con la Justicia, y la Corte en ocasiones, en primer plano. Reivindicó la propuesta de miembros para la Corte realizada por el ex presidente Néstor Kirchner, «quien no era amigo ni conocía a ninguna de las personas que propuso», esto luego de recordar, como su marido fallecido había expuesto ante la sociedad y el Congreso el dato de que el tribunal supremo anterior a esa nueva conformación, se disponía a firmar una sentencia que imponía la dolarización de la economía».
A esa altura del discurso, Cristina todavía no había hecho mención a la Ley de Medios, ni al revés judicial que frustró el 7D tan esperado e impulsado por su Gobierno. El momento llegó cuando reclamó que la justicia tenía que ser «independiente», no «sólo del poder político sino también del poder económico», al mismo tiempo que pidió una Justicia que «sirva al pueblo». En el marco del festival popular organizado por el Gobierno para celebrar el día internacional de los derechos humanos y el vigésimo noveno aniversario del retorno de Argentina a la democracia, que se conmemorarán este lunes, la jefa del Estado aclaró que «no solo me refiero al tema de la Ley de Medios, sino también a la demanda de tantos ciudadanas y ciudadanas, que reclaman no ver salir libres a violadores que luego reinciden».
Cristina Fernández entró, así, de lleno en el meollo de sus referencias al comportamiento de la Justicia. En otro intento por involucrar en su batalla contra «las corporaciones mediáticas», a los simpatizantes radicales -ya lo había hecho con sus elogios al derrocado Yrigoyen- la Presidenta recordó al ex presidente radical Raúl Alfonsín, como otra víctima de Clarín, lo que le sirvió para incorporar la secuencia -que atribuyó a un integrante de Carta Abierta- del pasaje de la utilización de «fierros» en cuanto a su significado original de armas en manos de militares para acechar contra la democracia, a los «fierros mediáticos», que ella completó con «fierros judiciales».
Luego, la jefa del Estado destinó un párrafo que planea sobre el conflicto de poderes: «Hay una Cámara de Diputados que representa pueblo, y una Cámara de Senadores que representa a 23 provincias y Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y si no se respetan las leyes que emanan desde allí de que democracia estamos hablando».
Fue la referencia más dura contra el Poder Judicial, en un discurso en el que, sin embargo, hubo más lamentaciones que propuestas de acción directa en relación a la situación planteada a partir del fracaso del 7D. Al contrario, luego de estas críticas, Cristina habló de «paciencia» y «perseverancia» en la consecución de los objetivos, algo que podría leerse como que el Gobierno se dispone a asimilar sin reacciones intempestivas la derrota que significó este nuevo voto no positivo, pero ahora de la Justicia.
“Si estas mujeres esperaron más de 20 años para tener justicia, cómo no vamos a esperar nosotros unos días o unos meses más”, afirmó la mandataria señalando a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
En su discurso ante una multitud congregada en Plaza de Mayo por los festejos por el Día de la Democracia, la jefa de Estado resaltó que posee “serenidad y perseverancia” para “llevar a buen puerto el barco que es la Argentina”.
La Corte Suprema de Justicia resolverá esta semana si acepta o rechaza el pedido del Gobierno para que intervenga, mediante el ‘per saltum‘, y revoque la extensión de la cautelar que frenó la adecuación del Grupo Clarín a los parámetros de la Ley de Medios
Fuente: www.cronista.com