El secretario del Pueblo de la Libertad, Angelino Alfano, justificó así la decisión de los conservadores de retirarle el apoyo al primer ministro italiano. Un informe señala que la sociedad está “cada vez más pobre, enojada y ansiosa”.
La crisis que desató el ex primer ministro conservador Silvio Berlusconi al pasar del apoyo a la abstención al Ejecutivo, evoluciona rápidamente hacia la caída del gobierno “técnico” del premier Mario Monti y la convocatoria a elecciones generales anticipadas. Ayer, el jefe parlamentario del PDL berlusconiano anunció en la Cámara de Diputados la decisión de “dar por concluida la experiencia con el gobierno Monti”.
La crisis política se expande en el marco de una Italia “cada vez más pobre, enojada y ansiosa”, según el anual informe CENSIS, que es el mejor retrato en profundidad de la sociedad de este país de 60 millones de habitantes. Según el instituto, el consumo real individual es en promedio de 15.700 euros, con un gigantesco salto hacia atrás al nivel de 1997, o sea hace quince años.
Las clases medias son las más castigadas, con el 60% de la población y el 48% de los ingresos. La austeridad ha producido un boom de 3,5 millones de bicicletas vendidas y 11 millones de familias que producen todo en casa, hasta el pan y los helados. El ansia, afirma el Censis, domina a la sociedad por “la certidumbre que la realidad está cambiando en forma irreversible para peor”.
El presidente italiano Giorgio Napolitano, que tiene en sus manos las claves para afrontar la crisis, pasó la jornada de ayer en consultas con los tres partidos de la llamada “extraña mayoría” parlamentaria que mantiene en vida al gobierno “técnico” del economista Mario Monti
Berlusconi, tras renunciar en noviembre de 2011, apoyó en el Parlamento a Monti, junto con el centroizquierdista partido Democrático y los centristas católicos de Pier Ferdinando Casini. Han pasado 13 meses “y la situación económica está mucho peor”, dijo ayer en el Parlamento Angelino Alfano, el brazo derecho de il Cavaliere.
Alfano confirmó que Berlusconi ha decidido otra vez ser el candidato a líder por el centroderecha, tras anunciar tres veces su retiro.
Ayer, un sondeo del instituto SWG señaló que el partido berlusconiano registra el 14% de popularidad, precipitando a pico respecto al 38% que logró en las elecciones de 2008.
Berlusconi aclaró a través de Alfano el retiro de apoyo se resuelve por ahora en abstenciones para lograr un fin ordenado de la Legislatura. Pero la crisis es muy exasperada y los protagonistas pueden perder el control de los acontecimientos. Il Cavaliere quiere seguir contando para evitar que sus problemas judiciales lo lleven a la cárcel y además salvar a sus empresas, cada con más problemas.
El líder del partido Democrático, Pier Luigi Bersani, que en los sondeos registra en torno al 34-36% y es el favorito para ganar las elecciones, dijo ayer que mantenían un apoyo “leal” a Monti, pero “no somos ingenuos. Bersani dijo que Berlusconi es “el principal responsable” de los desastres económicos actuales por la mala gestión de su década de gobierno.
El acuerdo que busca el presidente Napolitano mantendría en su cargo al premier Monti hasta que las cámaras aprueben la vital ley de estabilidad (presupuesto). El jefe del Estado disolvería a principios de enero el Parlamento y convocaría a comicios anticipados tal vez para el 10 de marzo.
Para la gran área de centroderecha italiana, el verdadero líder es el premier Mario Monti, que carece de un partido. Los poderes fuertes quieren que Monti continúe pero Bersani y la centroizquierda quiere gobernar y ofrece a Monti ser presidente de Italia durante siete años en mayo, cuando el Parlamento elegirá al sucesor de Giorgio Napolitano.
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