Noviembre fue un mes olvidable para Cristina Fernández: el cacerolazo del #8N, el paro general del #20N, el fallo Griesa y la cuestión de la Fragata Libertad fueron los hechos principales. Diciembre no viene menos cargado de días decisivos para el Gobierno que logró eludir tres posibles fechas de default por los fondos buitre, pero tiene por delante además del #7D, una manifestación el #6D por la libertad de expresión, la decisión del FMI sobre el Indec, otra protesta sindical de la CGT de Moyano y de sindicatos de provincias que se quedarían sin promoción industrial y el fallo del Tribunal del Mar sobre la Fragata Libertad.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- Noviembre fue el mes que popularizó las fechas #N que Cristina quisiera olvidar. Los hitos fueron el masivo cacerolazo del #8N que colmó el obelisco porteño y varios puntos del país superando las anteriores convocatorias como la del #13S que dio la plataforma para las siguientes marchas. Las repercusiones de esa manifestación popular con varios cuestionamientos a su gobierno se extendieron luego a un viaje que no quiso hacer a Córdoba donde la esperaban con otra protesta, tuvo que ir Débora Giorgi que terminó dejando un acto con José Manuel De la Sota que le disgustó, bajo los abucheos de la concurrencia.
Fue también el mes del primer paro general contra el kirchnerismo con la inédita alianza entre la CTA y la CGT –las no oficialistas, claro- y que dejó desierta a la Capital Federal paralizando gran parte del país. El éxito de esa huelga hizo que se prepare otra para antes de fin de año.
Además el #7N se produjo un apagón en la Capital Federal que el Ministro de Planificación Julio De Vido atribuyó a alguien que “bajó la palanca”, se abrió una investigación con destino incierto para determinar responsabilidades.
También se conoció el fallo del Juez Thomas Griesa. Fue el #22N. Ese fallo rechazó una petición de la Argentina de mantener su orden previa que detenía el pago de bonos soberanos impagos a inversores hasta que se resuelvan interrogantes pendientes en un proceso de apelación ante un tribunal superior.
Así dejó las puertas abiertas a un default técnico, ya que peligraba el pago a los bonistas que entraron los canjes del 2005 y 2010. Griesa pretendía tomar esos recursos para los fondos buitre y el Gobierno analizaba pagar en otra jurisdicción. Finalmente todo quedó para febrero.
Así las cosas arrancó diciembre con varias fechas decisivas para el Gobierno de Cristina Fernández.