«El pasado no nos va a dar beneficios, hay que pensar en hoy»

El Negro no siente remordimientos por no respetar el paladar ídem del hincha de River. «Si hoy no tenés equilibrio, tenés déficits», asegura desde la vereda opuesta de Cappa.

Juan José López se paró en la vereda de enfrente de Daniel Passarella. Y esto no es cuestión de revolver el pasado y los colores de las camisetas. Es el presente. Si algo le dio el Negro a este River es un baño de realidad. Y por más que se declare un subordinado del presidente, el soldado armó una rebelión: se plantó lejos de aquel Kaiser que dijo no temerle al descenso, que quería hablar de pelear campeonatos y que confió en Cappa para comandar un batallón cuya principal necesidad era la de engordar su promedio. “La idea es sumar puntos para terminar el año de la mejor manera. Yo soy realista”, simplifica el técnico que le sacó ampollas al paladar con el cambio de Arano por Pereyra y un estilo más austero.

Jota Jota es uno de los tantos futbolistas que remiten a la historia riverplatense de la galera, el bastón y el paladar como su apodo. Tiempos en los que se gustaba y goleaba antes de ganar. Pero éste es otro River, el primero que debe pelear por no irse a la B, como lo plantea el propio López (“River nunca estuvo en esta lucha”). Un River que sólo dio una vuelta olímpica en los últimos seis años y que se quedó afuera de la Libertadores después de 16 años, entre tantos récords negativos. Y es dentro de ese panorama adonde el Negro vuelve a mostrarse como el más consciente de todos. “Es fácil pensar con el pasado, pero nosotros debemos pensar en el presente. Hoy la realidad es partido a partido. Yo pienso así y que el resto piense como quiera. El pasado no nos va a dar ningún beneficio”, comentó en radio La Red.

Este discurso que llega desde el banco contrasta con el que bajaba Cappa. Y en las declaraciones de los jugadores también se nota el cambio de timón. Ya no se habla de respetar un estilo sino de la urgencia por sumar. Los hinchas también demuestran que los tiempos son otros y casi la mitad de los que votaron en la web de Olé respaldan el cambio polémico de Jota Jota. La evolución (o involución, según como quiera mirarse) de los habitantes de las tribunas hace que haya otra perspectiva. Y así como en el siglo pasado la San Martín habría rugido ante esa modificación, hoy se aplaude tanto una gambeta de Ortega como un quite de Almeyda. No hay que olvidarse de que Simeone, con el equipo último, se fue y se llevó aplausos…

Entonces, que hoy el DT priorice los números por sobre el estilo no debe ser un sacrilegio. No quita que en el futuro vuelva la exigencia de antes: simplemente hoy la necesidad tiene cara de promedio. Y lo que alguna vez fueron las tres G se transformaron en las tres S: sangre, sudor y sumar. “En el fútbol actual, si no tenés equilibrio, tenés déficits. Hay que pensar en el arco de enfrente tomando recaudos en lo defensivo”, reitera el Negro un discurso que podría provocar ataques de pánico en quienes lo vieron jugar. Pero la realidad es otra. Cruda, sí. También cruel. Y lo mejor es asumirla, como hace Jota Jota, para comenzar a revertirla.

Fuente: Olé