La policía trata de dispersar a los manifestantes contra Mursi en El Cairo

(AFP) – EL CAIRO — Las fuerzas de seguridad egipcias lanzaron este sábado en El Cairo gases lacrimógenos para dispersar a opositores al presidente del país, Mohamed Mursi, en un contexto de inquietud de Estados Unidos y Europa tras la decisión del jefe de Estado islamista de reforzar sus ya amplios poderes.
La más alta instancia judicial egipcia denunció este sábado un decreto del presidente Mursi, que impide que las decisiones presidenciales puedan ser apeladas ante la justicia, calificándolo de «ataque sin precedentes» contra la independencia del poder judicial.
Para la Corte Judicial Suprema de Egipto, la decisión de Mursi constituye «un ataque sin precedentes contra la independencia del poder judicial», indicó dicho tribunal en un comunicado.
Jueces de Alejandría, la segunda principal ciudad de Egipto, anunciaron que harán huelga contra el decreto.
La Asociación de Jueces de Alejandría anunció «la suspensión de las actividades en todos los tribunales y administraciones judiciales de las provincias de Alejandría y Beheira (…) hasta que se acabe la crisis provocada por la declaración» constitucional de Mursi.
Unas treinta tiendas de campaña fueron instaladas en la plaza Tahrir, donde los opositores organizaron una sentada para protestar contra las nuevas prerrogativas de Mursi, constató un periodista de AFP.
Pequeños grupos de manifestantes seguían ocupando la plaza este sábado a mediodía, tras haber huido poco antes de los gases lacrimógenos, refugiándose en las calles adyacentes.
«Egipto ingresa en una nueva revolución ya que nuestra intención no era reemplazar a un dictador por otro dictador», declaró un manifestante, Mohamed Al Gamal, aludiendo a la revuelta popular que derrocó a Hosni Mubarak en febrero de 2011.
La víspera, miles de personas se habían congregado en esta plaza, convocadas por personalidades o movimientos laicos y liberales, gritando «¡Mursi dictador!». Algunos manifestantes habían incendiado locales del partido político afín a los Hermanos Musulmanes en otras ciudades del país.
Una manifestación rival, en la que se gritó «Mursi, te amamos», se celebró ante el palacio presidencial en la capital, en apoyo al presidente que se declaró determinado a asumir poderes reforzados en un anuncio realizado el jueves mediante una «declaración constitucional».
Candidato de los Hermanos Musulmanes, Mursi, elegido en junio, tiene el poder ejecutivo pero también el legislativo, ya que la Asamblea fue disuelta antes de su elección. Sus nuevas prerrogativas lo ponen a salvo de recursos ante un poder judicial con el que mantiene malas relaciones.
El viernes, ante sus incondicionales reunidos frente al palacio presidencial, Mursi prometió que el país continuaría en la «vía de la libertad y la democracia». Para sus partidarios, el refuerzo de sus poderes permitirá acelerar las reformas en este sentido.
Estas disposiciones deben supuestamente durar hasta la adopción de una nueva Constitución, un proceso hoy atascado y que podría demorar varios meses.
La corriente popular, dirigida por el nacionalista de izquierda Hamdeen Sabbahi, tercero en la presidencial de junio, llamó a una manifestación masiva el martes para que Mursi anule estas disposiciones.
Otros líderes de la oposición, como el exjefe de la Liga Árabe, Amr Musa y el exjefe de la agencia nuclear de la ONU, Mohamed ElBaradei también denunciaron las medidas adoptadas por Mursi, calificado de «nuevo faraón».
En la comunidad internacional, Estados Unidos y Europa expresaron su inquietud de que dichas medidas dificulten la democratización del país mas poblado del mundo árabe.
Estados Unidos recordó que una «de las aspiraciones de la revolución (de 2011) era garantizar que el poder no estuviera concentrado en manos de una sola persona o de una institución».
Estados Unidos aboga por la adopción de una «Constitución que conlleve los contrapoderes, que respete las libertades fundamentales y los derechos individuales, con un derecho que esté conforme a los compromisos internacionales de Egipto», según un comunicado.
Las decisiones anunciadas el jueves por el presidente islamista «generan preocupación a muchos egipcios y a la comunidad internacional», dijo la portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Victoria Nuland, en el comunicado
La Unión Europea (UE) pidió por su lado al presidente egipcio que respete el «proceso democrático». Francia consideró que las decisiones tomadas no iban en la «buena dirección».