Washington, 12 nov (PL) La sorpresiva dimisión del director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), David Petraeus, podría afectar audiencias parlamentarias en Washington acerca del ataque contra la misión diplomática estadounidense en Libia.
El general Petraeus conducía sus propias indagaciones sobre este incidente de septiembre en Benghasi, donde murieron cuatro ciudadanos de Estados Unidos, y líderes del Congreso proyectaban someterlo a una sesión de preguntas.
Si el alto jefe militar retirado no testifica esta misma semana, luego tendría que hacerlo en condición de civil y ya las prerrogativas de interacción para los legisladores no serían las mismas, comentaron analistas de la cadena NBC News.
Petraeus presento el pasado jueves su renuncia ante el presidente Barack Obama luego que trascendió una relación extramatrimonial suya con la escritora Paula Broadwell, con ramificaciones de eventual pesquisa por parte del Buró Federal de Investigaciones (FBI).
El general de cuatro estrellas no está oficialmente bajo investigación, pero expertos del FBI sugieren que se debe esclarecer si existe peligro de filtraciones en seguridad nacional debido a sus nexos íntimos con Broadwell.
Petraeus confirmó su abdicación, tras excusarse por un comportamiento personal impropio relacionado con una relación sentimental que él mismo calificó de inaceptable para un funcionario público casado y de tan alto rango.
Hemos aceptado su dimisión como director de la Agencia Central, Petraeus prestó un extraordinario servicio al país durante décadas y estamos seguros que la CIA continuará sin problemas sus misiones esenciales, comentó Obama en una comunicación pública.
El 6 de septiembre de 2011 el retirado general, quien sirvió 37 años en el ejército de Estados Unidos, prestó juramento como el vigésimo director de la Agencia Central de Inteligencia.
Petraeus asumió la dirección del principal organismo de espionaje norteamericano después de que el mandatario demócrata celebrara su labor contrainsurgente y política como parte de las intervenciones del Pentágono en Irak y Afganistán.