El cacerolazo llegó a las puertas de la Embajada en Washington

Unas cien personas se juntaron frente a la Embajada de Argentina en Washington bajo la consigna “8N en DC”. La protesta articulada a través de mails y redes sociales incluyó a estudiantes y profesionales que están trabajando en esta ciudad. “No somos golpistas, queremos que Cristina termine el mandato, pero tiene que cambiar”, afirmaron.
Las puertas de la elegante Embajada de Argentina en Washington, ubicada a metros del estratégico Dupont Circle estaban cerradas y las cortinas bajas, acaso anticipando lo que venía. Poco antes de las 19 (las 21 en Buenos Aires) unas cien personas muy organizadas se ubicaron en la esquina de enfrente con cacerolas y pancartas y se sumaron al cacerolazo global contra el gobierno.

“No somos golpistas, sólo que no estamos de acuerdo con la corrupción, ni las presiones a la Justicia y no es posible que después de 9 años de crecimiento la Argentina siga con graves problemas sociales, que las villas no hayan sido urbanizadas”, afirmó a LPO Joaquín, un estudiante de economía de 22 años que de alguna manera lideraba la protesta, megáfono en mano.

“No nos conocemos, nos estamos viendo acá por primera vez, la protesta se organizó vía mail y redes sociales”, explicó Joaquín, que además fue el creador de la página de Facebook 8N en DC, que de alguna manera les permitió vincularse.

Mientras golpeaban las cacerolas con las narices rojas por el frió intenso que cayó sobre Washington, los ocasionales transeúntes de este elegante barrio que pasaban frente a la protesta, los miraban entre intrigados y divertidos.

A prudente distancia se ubicaron un grupo de policías pero no intervino. Los argentinos tuvieron el buen tino de protestar sobre la vereda, de manera que no interrumpieron el tránsito que a esa hora y en esa zona del DC es un caos similar al microcentro en hora pico.

A la manifestación se sumaron incluso distintos políticos argentinos que vinieron a Washington a seguir las elecciones presidenciales. Entre ellos estaba Luis Rosales, ex candidato del Partido Demócrata a gobernador de Mendoza; Pablo Tonelli, diputado nacional del Pro y el más entusiasta, el diputado de Misiones, Claudio Wipplinger, quien se hizo su propia pancarta.

“Nada sería peor que Cristina no termine su mandato, no somos golpistas, solo queremos que terminen y se vayan, el daño ya lo hicieron, dividieron a la sociedad”, afirmó a LPO, Diana, una atractiva cordobesa de 23 años que vino a Washington a estudiar inglés.

A su lado, Juan, un jubilado de las naciones unidas de 78 años le sopló en el oído: “Y la mediocridad, la mediocridad del gobierno”. “Si, eso también, pero lo que más me molesta es como manosean a la gente para mantenerse en el poder”, completó Diana.

Juan por su parte explicó que “yo vivo en Washington hace 40 años así que las políticas de Cristina no me afectan, pero me parece que los argentinos no nos merecemos un gobierno con un equipo tan mediocre”, y agregó “cuando me preguntan de donde soy, me da vergüenza decir que soy argentino”.

Las pancartas eran elocuentes y bien realizados: “Basta de Corrupción” gritaba una indignada Mafalda; en otro podía leerse “Se predica con el ejemplo, no con Louis Vuitton”; “No a la re-reelección”, acaso la consigna más repetida.

Finalmente, cerca de las 20, los manifestantes desplegaron un banner con la leyenda 8N en DC y corearon el clásico “Argentina, Argentina”. “Esta noche subo las fotos a Facebook así que tengan cuidado que después les van a mandar a la AFIP”, bromeó Joaquín.
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