«Sandy» pone a prueba a Obama y Romney a una semana de las elecciones

Según «The Washington Post», asesores de Romney temían el impacto de lo que denominaron «el problema de la pantalla dividida»: que las cadenas de televisión mostraran a la par imágenes del candidato republicano hablando ante entusiastas seguidores y las de la devastación a lo largo de la costa este.

En siete días, tanto el demócrata Barack Obama como el republicano Mitt Romney estarán extremadamente pendientes de cómo los estadounidenses acuden a las urnas para elegir de entre ellos al próximo presidente del país, tras una carrera tan ajustada que nadie se atreve a predecir el ganador.

Pero a una semana de una de las elecciones más ajustadas de los últimos tiempos, ambos bandos aseguran que los comicios son lo que menos les importa en estos momentos.

¿Verdad o farol político? Es difícil de afirmar lo uno o lo otro, si bien es cierto que la devastadora tormenta «Sandy», que el lunes dejó tras de sí un rastro de destrucción y muerte en la costa este del país, ha obligado a cambiar prioridades políticas en todos los frentes.

Y es que ambos candidatos caminan por la delgada línea que separa el potencial implícito de poder mostrarse como «líderes» que ofrece una catástrofe de este tipo y los graves daños, por otra parte, que puede causar el menor traspié político frente a la sensibilidad a flor de piel de los habitantes de la zona más poblada del país, que incluye estados electorales clave como Virginia.

Como el actual presidente, Obama parte con la ventaja de que «Sandy» le permite una vez más mostrarse como el «comandante en jefe» del país, organizando desde la Casa Blanca los preparativos y, sobre todo, las respuestas los próximos días a la devastación causada por el fuerte fenómeno meteorológico.

Pero a la par, coincidían hoy analistas, tiene que evitar la percepción de que intenta sacar un rédito político de la situación desesperada en que se encuentran cientos de miles, si no millones, de potenciales votantes.

Consciente de que cada palabra y gesto suyos serán medidos al milímetro, Obama decidió el lunes adelantar su regreso a Washington para coordinar en persona la respuesta ante «Sandy».

Para ello, Obama canceló su participación en un acto electoral en Florida, al igual que su prevista presencia hoy en otro mitin en Wisconsin. Y, según anunció este martes la Casa Blanca, también quedan suspendidos los actos de campaña mañana miércoles para que el mandatario pueda «supervisar la respuesta y asegurarse de que se siguen proporcionando todos los recursos disponibles» para apoyar los esfuerzos de recuperación».

«En estos momentos, no me preocupa el impacto (de «Sandy») en las elecciones. Me preocupa el impacto en las familias, en los equipos de rescate, en nuestra economía (…) las elecciones pueden esperar», aseguró Obama el lunes tras instar a la población a seguir atentamente las instrucciones de las autoridades locales.

Este martes de recuento de daños, obama seguía encerrado en la Casa Blanca, recibiendo durante toda la jornada -e incluso la noche, según aseguró el diario «Politico» en base a fuentes de su equipo- actualizaciones de la situación, y con una agenda liberada de actos para poder maniobrar ante cualquier escenario que presente «Sandy».

Con la desventaja de no poder jugar al «comandante en jefe», el bando republicano también busca desde el lunes la mejor respuesta de Romney ante la situación.

Aunque el lunes mantuvo aún algunos de sus actos electorales, finalmente tanto el candidato a la Casa Blanca como su compañero de fórmula, Paul Ryan, suspendieron la campaña hasta el miércoles «por sensibilidad con los millones de estadounidenses en la ruta de Sandy».

Según «The Washington Post», asesores de Romney temían el impacto de lo que denominaron «el problema de la pantalla dividida»: que las cadenas de televisión mostraran a la par imágenes del candidato republicano hablando ante entusiastas seguidores y las de la devastación a lo largo de la costa este.

Además, los republicanos anunciaron que la campaña de Romney dedicará este martes a recolectar ayudas para los damnificados.

La apuesta por centrar los esfuerzos en «Sandy» parece haberle dado, al menos por el momento, más rédito a Obama, quien recibió hoy un reconocimiento inesperado: el gobernador de Nueva Jersey, el republicano, Chris Christie, un firme seguidor de Romney, alabó varias entrevistas televisadas la actuación del mandatario.

«El presidente ha estado fantástico (…) merece mucho crédito», aseguró el responsable del estado más afectado por la megatormenta.

A cambio, Obama tendrá que correr el riesgo de perder los próximos días un precioso tiempo de campaña en los estados bisagra -la mayoría de los cuales no se han visto afectados por «Sandy»- en momentos en que necesita ganarse el máximo de votos si quiere mantenerse en la Casa Blanca otros cuatro años.

Quizás por ello, aunque Obama esté encerrado en Washington, su equipo retomará el miércoles los actos de campaña. Además, en las televisiones, entre reporte y reporte sobre «Sandy», los espacios publicitarios están llenos de comerciales electorales de Obama y, también, de su rival Romney.

por Silvia Ayuso DPA