«No paran de pedirme que le haga un gol a Boca»

Mora disfruta todo: el cariño de la gente, la previa del clásico, el recuerdo de Enzo, la comparación con Ortega y jugar con Trezeguet. Y avisa: «Me gustaría seguir en River».

«Desde que me acuerdo me dicen Pulga porque era chiquitito, inquieto y andaba saltando”.

Rodrigo Mora sonríe al recordar su apodo. Se emociona el hablar de su bebé. Cuenta que su padre era albañil. Evoca a su mamá que murió cuando él tenía 12 años: “Por eso la tengo tatuada en mi brazo y cada vez que hago un gol se lo dedico”. Agradece a los fanáticos millonarios. Y espera con los brazos abiertos su primer Súper.

-¿Podés disfrutar de toda la locura de la gente, de lo que sienten por vos?

-Es algo único y una alegría para un jugador que arrancó desde muy abajo, que venga la gente y te pida autógrafos, que te griten “uruguayo”… Es increíble. Nunca me había pasado.

-¿Qué sentiste cuando gritaron “uruguayo”?

-No sé cómo explicártelo. Se me puso la piel de gallina. Fue una alegría, cosas que uno siente por dentro… Francescoli es un grande y me dijeron que pasaron seis meses para que se lo cantaran. A mí me pasó en cinco partidos… Yo me pongo la camiseta de River y trato de dar lo mejor por el equipo y corro cada pelota como si fuera la última.

-¿Te considerás un jugador de potrero?

-Escuché compañeros que dijeron eso y me pone feliz. Juego un picado como un clásico. Donde me toque, doy todo. No me pongo presión, juego con alegría y pienso que las cosas se me dan porque me lo tomo así, con esa alegría.

-¿Y esta semana te pasa lo mismo?

-Sí. Igual está pasando muy rápido, je, pero la disfruto al máximo.

-¿Qué te dicen esos hinchas que te cantan “uruguayo”?

-La gente lo vive de otra manera y trato de imaginarme el partido, que también será especial.

-Algún gol te pedirán…

-Sí, es lógico. Con cada uno que me cruzo, me pide un gol a Boca. No paran de hacerlo. Y está bueno.

-¿Se puede comparar con un Peñarol-Nacional?

-No los comparo porque soy hincha de Peñarol y era algo que tenía pendiente, así como David quería jugar en River. Disputé un clásico y me fue bastante bien. Una pena que perdimos 3-2, pero hice un gol y sentí el estadio estallar. Lo quería desde chiquito y fue cumplir un sueño.

-¿Con el tiempo te vas a hacer hincha de River?

-Ya tengo medio corazón acá: la gente y mis compañeros me han tratado muy bien. Además, nunca fui de Boca. Siempre miré más a River por Francescoli, lo más grande que hay.

-A Boca ya le hiciste un gol en la Libertadores.

-Sí, por supuesto.

-¿Qué sentiste?

-Me llenó de alegría porque era mi primer gol contra un equipo grande y había mucha gente en el estadio. Defensor es un equipo humilde, que siempre trata de pelear una Copa, y para mí que venía de muy abajo, hacerle un gol a Boca fue muy importante. Después me llamaban todos.

-¿Te preparás distinto para el domingo?

-Como siempre, con todo. Y me gustaría hacer algo.

-¿Qué?

-Entrar a la cancha con Máximo, mi hijo de cuatro meses. Quiero ponerle una camisetita de River que le compré en el Museo con mi novia. También tiene la camperita, je.

-¿Vendrá algún otro familiar de Uruguay?

-Vamos a ver. Tengo a mi padre y seis hermanos. Con Racing y Arsenal vino mi papá, y creo que también vendrá al clásico. Hay varios amigos que me dicen “voy para el Súper”, quieren ver el partido más importante, el Monumental lleno…

-¿Le cambiás los pañales o le cocinás a tu hijo?

-Los pañales y la mamadera, sí. Pero cocinar, no. Ser papá me cambió la vida. Se me juntan dos alegrías: lo que me pasa en River y llegar del entrenamiento y ver a mi hijo en casa.

-¿Te gustaría quedarte en River?

-Nunca vivi lo que estoy viviendo acá. Cuando un jugador está cómodo y no le falta nada, está con la persona que quiere, el club te respalda, entra a la cancha a divertirse… Y claro que me gustaría quedarme.

-¿Qué pasa si te llaman y te dicen que quieren comprar tu pase?

-Me quedo, no lo pienso dos veces. Sería una alegría que me llamaran y me dijeran eso. Aunque por ahora sé que es un préstamo por un año y disfruto cada momento que paso.

-¿River es como te anticiparon Aimar y Saviola mientras compartieron plantel en el Benfica?

-Sí. Ellos me decían que si andaba bien, la gente me iba a querer. “No trates de inventar nada, tenés que ser lo que sos”, me decían. Y estoy siendo lo que soy, y de a poco voy ganándome a la gente.

-Almeyda dijo que desde la aparición de Ortega no veía un jugador así. ¿Te sorprendió?

-Es algo muy grande, pero realmente no estoy pendiente de los diarios o la prensa en general. Sí me lo comentaron mis compañeros y me pone feliz que una gran persona y un gran entrenador como Almeyda diga eso de mí.

-Imagino que viste jugar el Burrito.

-¡Sí! ¡Un grande! Según mi opinión, Ortega fue uno de los mejores jugadores del fútbol argentino.

-¿Mirabas cosas de él?

-No me fijaba puntualmente en Ortega, pero sabía que cuando jugaba River, él hacía la diferencia siempre, en cada partido.

-¿Hoy la diferencia la marca Trezeguet o Mora?

-No, jaja. Tratamos de dar lo mejor. Sólo eso.

-¿Y ya le pediste una camiseta a David?

-No. Yo lo veo como un ídolo, además de ser un gran compañero. Siempre le habla a los jóvenes, que lo escuchan porque son buenos consejos. No sé qué va a pasar con él, pero por las dudas antes de diciembre le voy a pedir una camiseta.

Fuente: Olè