Los días más duros

Hoy Falcioni arranca las dos semanas que marcarán su futuro. Aun con el respaldo de Angelici y su intención de seguir, deberá sumar contra Estudiantes y River…

Julio César Falcioni sabe que si no sale campeón del torneo Inicial su continuidad en Boca es más falsa que un dólar celeste.

Y eso que no agita un tal Diego Maradona. El técnico que ostenta el sillón más codiciado del país es consciente de que hoy empiezan los 14 días más difíciles desde que asumió en el lugar que siempre soñó. Y no es verso.

El entrenador tiene el respaldo absoluto del presidente del club. “Puedo firmar en un papel que Falcioni va a ser el técnico de Boca hasta la fecha 19 de este campeonato”, tituló Angelici en la edición de ayer de Olé . Sin embargo, el contexto juega su propio partido. La declaración en Asunción del Tano, efectiva y adecuada para esta coyuntura, se puede volver un boomerang si el equipo sigue volando a los tumbos como el austríaco que ayer saltó desde la estratósfera.

Los partidos frente a Estudiantes y River serán vitales. No se trata sólo de la renovación del vínculo con el cuerpo técnico (caduca el 31 de diciembre), si no de que Falcioni puede llegar entero a fin de año. No deberían quedar dudas después de semejante banca del presidente, pero…

Un hervidero sería el día a día de la semana previa al superclásico si el domingo Boca pierde contra el Pincha de Diego Cagna. Y pese a que Angelici aseguró que “pase lo que pase” ante River, el domingo 28, Falcioni mantendrá su puesto, la inestabilidad permanente que azota a este gigante en ebullición permite inferir que no le será fácil al presidente aguantar la embestida popular e interna. Puede hacerlo, sí, y está capacitado para soportarlo, pero deberá resistir la tormenta para tirarle un paraguas a su primer (y hasta ahora único) entrenador de su mandato.

“Soy un convencido de que Falcioni se tiene que ir”. Es en este marco en el que trabaja Julio César y en el que gobierna Angelici. Y así es Boca. Un directivo influyente muestra su postura, con el correspondiente pedido de las reservas del caso, en diálogo con Olé . Y, por lo bajo, son varios los dirigentes que le pegan al entrenador y, por ejemplo, le reclaman modificaciones (ver página 15). Angelici está rodeado de algunos que son fieles a todas sus decisiones y otros que pretenden un cambio urgente, drástico. Igual, “el único que decide es el presidente”, confiaron desde el club y el mensaje va en sintonía con el nivel de personalismo presidencial que se observa en la mayoría de las instituciones.

Falcioni, mientras tanto, trata de no pisar el barro. En estos últimos días eligió el silencio, para evitar más confrontaciones y no exponerse a contar su verdad: que no se siente valorado, que no se pondera como corresponde su estadística ganadora, que incluye dos títulos (Apertura 2011 y Copa Argentina), un récord de 36 partidos invicto (uno más que el de Bianchi). Asume, el DT, que el ala riquelmista del plantel no le da bola y que los bajos rendimientos de un grupo nutrido de jugadores lo preocupan. Volverá a hablar con la prensa esta semana o la otra, aunque optará por un discurso medido y cauteoloso. “Desde la primera época de Bianchi que un técnico no duraba tanto en el club, y eso no es casualidad”, recuerdan y se jactan desde su círculo más cercano.

El objetivo que se propusieron puertas adentro es archivar las acusaciones de Angelici a los futbolistas (“hay que transpirar más la camiseta”, había estallado el martes) y que las apariciones públicas sean exclusivamente para “hablar de fútbol”. La Comisión Directiva quiere cortar con el cabaret mediático. ¿Por qué criticó por tele, entonces, el presidente? “Para buscar una reacción”, explicaron.

Un punto sobre los últimos nueve disputados y otra derrota en un amistoso, el sábado ante Cerro Porteño, no son números compatibles con el exitismo habitual que domina la escena del club. Boca regresa hoy a la tarde a los entrenamientos después de la aventura paraguaya. Y Falcioni, más que nunca, necesita volver a ganar. ¿Te suena esa palabra, no?

Fuente: Olè