(AFP) – RIO DE JANEIRO — La detención de al menos tres personas y el decomiso de armas, vehículos y cerca de 60 kilos de drogas es el saldo del desalojo este domingo de las violentas favelas del Complexo de Manguinhos y su vecino Jacarezinho, en la zona norte de Rio de Janeiro, este de Brasil, según un primer balance realizado por las autoridades.
«Fueron cumplidas tres órdenes de prisión hoy (domingo)», informó a la AFP un vocero de la secretaría de Seguridad del estado de Rio de Janeiro, que coordinó las acciones en las que participaron varios cuerpos de seguridad, como la Marina y la Policía Federal.
Las autoridades incautaron además cerca de 60 kilos de cocaína, un fusil, cargadores y municiones y 26 autos, tres de ellos reportados como robados, según este balance parcial.
Antes de la ocupación, las fuerzas policiales ya se habían desplegado en el perímetro de las favelas. El sábado, efectivos del escuadrón de élite de la Policía Militar, BOPE, mataron a cinco presuntos jefes del narcotráfico, que se habían refugiado en una barriada cercana.
Por otro lado, en los últimos días 36 sospechosos fueron arrestados y tres fusiles, 14 pistolas, dos revólveres, una metralladora, una escopeta y cinco granadas fueron incautados, según un comunicado de la secretaría de Seguridad.
También se decomisaron piedras de crack -la droga más popular en los alrededores de Jacarezinho-, cocaína y marihuana.
El secretario de Seguridad del estado de Rio, José Mariano Beltrame, celebró el éxito de la operación, que se realizó en 20 minutos y sin disparar un tiro.
«No estamos preocupados por convertir a criminales en trofeo de la policía. Aprehender es importante, pero más importante es devolver un territorio a 70.000 personas sin disparar un arma de fuego y sin derramar una gota de sangre», indicó Beltrame en rueda de prensa.
«Es una victoria importante para la sociedad, para la población, para el servicio público», añadió.
El secretario confirmó la instalación, en diciembre, de Unidades de Policía Pacificadora -un dispositivo integrado por agentes entrenados especialmente para hacer frente a los problemas de la comunidad- en la favela de Manguinhos, y en enero en la de Jacarezinho.