Denunciaron a un jefe policial por venderles una camioneta robada

Una pareja de comerciantes compraron una camioneta anunciada en los clasificados. Fueron detenidos por la policía y en la fiscalía donde estuvieron demorados reconocieron al vendedor del vehículo que era un alto oficial que habría hecho la operación con una falsa identidad.

La Justicia rosarina investiga la denuncia presentada por un comerciante que dice haber comprado de buena fe una Toyota Hilux modelo 2010 que resultó ser robada y que le fue vendida por un jefe policial que reviste en la Unidad Regional ll, publicó hoy el diario La Capital.

La presentación hecha por Sebastián F. quedó radicada en el juzgado de Instrucción Nº 8 bajo el número 923/12. Como si eso fuera poco, el hombre planteó que tanto él como su mujer, Mariana O., sufren «amenazas y persecuciones» desde que se realizó la operación comercial. Y que al final él terminó acusado de adulterar los papeles del dominio y haber sido quien robó el vehículo, por lo que fue apresado y en Jefatura reconoció casualmente al uniformado que le había vendido el rodado bajo una identidad falsa.

El matrimonio aseguró que llegó a la compra de la camioneta por un aviso clasificado. Se reunieron con el presunto vendedor en un departamento donde un hombre de unos 40 años, alto y bien vestido se presentó como el titular del rodado. Lo compraron pero a los pocos días de uso los encerró un auto, y fueron detenidos acusando que la camioneta era robada.

Sebastián F. estuvo esposado unas 10 horas, le sacaron lo que tenía en la billetera (unos 3.500 pesos y 400 dólares) y le dijeron que esperara a ver qué pasaba.

Estando en Jefatura, cuenta Sebastián que le dieron «ganas de ir al baño y le pido a un agente que me lleve. Cuando paso por una de las oficinas de Seguridad Personal veo al tipo que me había vendido la chata». Sorprendido aún por lo ocurrido, el muchacho recordó: «Me acerco al policía que me vigilaba y le digo que ya estaba todo bien porque habían encontrado al tipo que me la vendió. Se lo señaló y el agente me dice que a quien yo había visto era a su jefe».

A partir de ese momento el muchacho no supo qué hacer, a quién acudir. Entonces pidió llamar a un abogado. Tras escuchar el relato,el letrado le aconsejó guardar silencio. «Por la chata había pagado una fortuna y para salir de ahí puse otro tanto en abogados y gastos generales. Me trasladaron a la seccional 1ª y siete días después salí en libertad pero con una causa armada», recuerda Sebastián. Y agregó: «Lo único que recuperé fueron unos anillos y el reloj. De lo otro, del dinero, nada».

Según el matrimonio, que se dedica al comercio de ropa, Sebastián fue llamado a declarar en el juzgado de Instrucción 10ª donde quedó radicada la causa por su detención. Y a partir de junio empezaron a vivir un infierno. «Nos llamaron varias veces y nos vino a ver un policía para pedirnos plata y querían condicionar su declaración al dinero. Pero no les dimos nada», dijo Mariana muy convencida.

En su declaración Sebastián dijo » que reconoció al jefe policial que le vendió el vehículo y que sabe de quien se trata porque se lo dijeron en Jefatura». A partir de eso, el abogado pidió que se haga una pericia caligráfica sobre el boleto de compra venta «firmado de puño y letra por este hombre pero con un apellido falso».

«Este tema nos mató, nos arruinó económicamente y estamos muy asustados. Vamos a llegar al fondo aunque tengamos que ir al Ministerio de Seguridad. Esto no puede quedar así», dijeron casi rogando pero decididos Mariana y Sebastián.

Fuente: Online-911