Prefectos y Gendarmes: Resistir o no, esa es la cuestión

El conflicto pasó la semana y más de una novedad. Y las noticias no fueron buenas. Al menos, no dejaron contentos ni a gendarmes ni a prefectos, que amenazaron con resistir. Pero ya no quedan oficiales en el edificio Guardacostas, y en el Centinela, hay apenas un pequeño grupo acampando. ¿Será eso todo lo que puedan resistir las fuerzas de seguridad? ¿sólo una semana? El vocero de los gendarmes afirmó que los oficiales fueron obligados a presentarse en sus puestos de trabajo, pero que aún el descontento continúa vigente. Pues, el Gobierno sabe desgastar conflictos, pero lo que no logra es reducir el malestar.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) A una semana de iniciado el reclamo de oficiales de Gendarmería y Prefectura, luego de que un decreto presidencial recorte sus salarios, la protesta continúa hoy solamente en el edificio Centinela, donde un reducido grupo de gendarmes mantiene un campamento en su explanada.

A su vez, ya anoche se despejó la medida de fuerza en el edificio Guardacosta.

Según explicó hoy Raúl Maza, uno de los gendarmes que oficia de vocero de los agentes que protestan, «los prefectos tuvieron ayer planes de llamada». La medida significa que recibieron llamados de sus superiores para presentarse en sus puestos de trabajo por tiempo indeterminado, señaló Maza.

Eso no significa que la protesta haya cedido, aseguró Maza, quien confirmó que el reclamo por mejoras salariales continúa vigente. Sobre todo, después de que ayer el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, rechazaran subas que alcancen los $7.000, como exigen los agentes.

Maza aseguró que, ante los llamados, los oficiales son obligados a presentarse en su puesto de trabajo hasta que vuelvan a llamarlo. «Hay una línea muy fina sobre la privacidad de la libertad. Te hacen estar encerrado», aseguró ante los medios el oficial, que permanece en el acampe del Centinela.

Aunque reiteró el llamado a levantar el 50% de los puestos como medida de fuerza. «Si en un puesto había diez gendarmes, va a empezar a haber cinco, el resto no va a estar», aseguró.

Hasta ahora, los costos del conflicto fueron, como mencionamos, el desplazamiento de los 10 oficiales principales de Gendarmería Nacional Argentina y Prefectura Naval Argentina, la denuncia penal de la ministro Nilda Garré contra esos 20 oficiales, y la renuncia del jefe de Gabinete de Nilda, su hermano Raúl.

Pero, ¿es Raúl Garré el responsable único de esta crisis? ¿Se diluye la protesta con su salida? ¿Cristina Fernández ganó con su apuesta al desgaste?

Como sea, hay una realidad: terminado o no el conflicto, el clima seguirá siendo de «fuerte tensión» en más de un ámbito.

Y el kirchnerismo apostó a la Gendarmería como la fuerza para manejar los conflictos sociales…

# ¿Sigue el mes que viene?

Un suboficial de Prefectura admitió en declaraciones radiales que «no hubo solución concreta y el mes que viene volveremos a cobrar en negro como siempre».

«Acá no ha habido prefectos generales que hayan cobrado más de 38.000 pesos, lo grave es en Gendarmería, hay personas que cobran más de 100.000 pesos, y no puede ser que no paguen impuesto a las ganancias», se quejó.

El efectivo reiteró que las autoridades «están reestructurando el decreto 1.307 pero una respuesta correcta no hay» y que ve “perfecto” que el Estado investigue la red de abogados y jueces que benefician con cautelares a las cúpulas de ambas fuerzas.

«Hay muchos puntos negros, acá hay algo raro», insistió el prefecto, que prefirió no revelar su nombre por miedo a las represalias. Contó que a él le sacaron 4.000 pesos del sueldo y ahora el devolvieron 1.800. «Se supone que el mes que viene vuelvo a cobrar los 8.000», dijo.