SHANGHAI/PEKIN (Reuters) – Las empresas tecnológicas japonesas más importantes anunciaron cierres de fábricas en China el lunes e instaron a los miembros de su personal emigrantes a quedarse en sus casas, ante la posibilidad de que se produzcan nuevas protestas violentas por una disputa territorial entre las dos economías más grandes de Asia.
El peor brote de sentimiento anti Japón sucedido en China en décadas derivó el fin de semana en manifestaciones y ataques violentos contra empresas japonesas famosas como las automotrices Toyota y Honda, los que obligó a ciudadanos japoneses residentes a esconderse.
Medios chinos advirtieron que las relaciones comerciales entre ambos países podrían estar en riesgo.
«Hoy no voy a salir, le pedí a mi novio chino que se quede conmigo todo el día mañana», dijo Sayo Morimoto, una estudiante graduada japonesa en una universidad en Shenzhen.
El portavoz del ministro de Relaciones Exteriores de China Hong Lei dijo que el Gobierno protegería a las firmas y ciudadanos japoneses y pidió a los manifestantes que obedezcan las leyes.
«Las graves y destructivas consecuencias de la compra ilegal de Japón de las Islas Diaoyu todavía siguen emergiendo, y la responsabilidad por eso debe ser de Japón», dijo el portavoz en un comunicado.
Las islas, denominadas Senkaku por Japón y Diaoyu por China, también son reclamadas por el independiente Taiwán, al que China considera una provincia separatista.
«El curso de los acontecimientos dependerá de si Japón enfrenta o no la solemne postura de China y si enfrenta o no los pedidos de justicia del pueblo chino y adopta una actitud o un enfoque correctos», sostuvo Hong.
Por Kazunori Takada y Chris Buckley