Más de 14.000 corredores tomaron parte del 21k más convocante del historial atlético argentino. Los africanos confirmaron su supremacía en la elite: ganaron el keniata Elijah Keitani y la etíope Shewarge Alene Amare.
Con 14.700 inscriptos -aunque la cifra de participantes pudo ser levemente menor- y con un nivel técnico excelente para la elite, junto a la pasión por la carrera que desplegó esa multitud, los 21k de Buenos Aires constituyeron una vibrante fiesta deportiva, en la mañana de ayer.
Nuevamente la esquina de la avenida Figueroa Alcorta y Dorrego fue el punto de partida (y llegada) para esta prueba, que atravesó Palermo y Recoleta para ingresar en la zona céntrica, antes de emprender el regreso a través de la autopista Illia.
Para evitar complicaciones en aquella largada, y hacerla más fluida para los corredores, se dispuso la misma en dos franjas de Figueroa Alcorta: la mitad de participantes en la zona azul y la otra, en la roja. Todos se unieron enseguida, copando la avenida hasta Sarmiento en el excitante kilómetro inicial. A partir de allí, se fue desplegando la multitud. Muchos, corriendo junto a familiares y amigos. Otros, cumpliendo algún objetivo personal, un desafío de tiempo, alguna promesa…
Y también fueron muchos los que animaron en las calles. Inclusive, con algunos números musicales estratégicamente distribuidos.
La prueba, organizada por la Fundación Ñandú con el apoyo del Gobierno porteño, tuvo a las firmas Adidas y Claro entre sus sponsors, junto a Gatorade, Sierra de los Padres, Citröen y Actron, entre otros. Y contó con más de 1.500 voluntarios en las tareas de fiscalización, cortes de calles, aprovisionamiento y asistencia médica, junto a los efectivos de la Policía Metropolitana.
A nivel de elite, se vio una gran actuación de representantes de las mayores potencias del atletismo de fondo a nivel mundial: Kenia y Etiopía. El keniata Elijah Keitany ganó con 1h02m30s, seguido a cinco segundos por su compatriota Robert Kwambai, quedando enseguida los etíopes Tesfaye Abere con 1h02m54s y Bado Wourku con 1h03m14s. Y luego los brasileños Rafael Santos de Novais (1h03m17s) y Franck Caldeira de Almeida (1h03m44s). Matías Roth, séptimo con 1h04m31s y en gran progresión personal, fue el mejor argentino, dos puestos delante de Mariano Mastromarino, cuyo registro de 1h04m52s también constituye su principal marca. Roberto Murillo se impuso en sillas de ruedas.
En damas, ganó la etíope Shewarge Alene Amare con 1h13m46s, seguida por las dos mejores argentinas de los últimos años en esta distancia: Sandra Amarillo (1h13m55s) y Rosa Godoy (1h14m09s). También se lució María de los Angeles Peralta quien -a sólo un mes de su participación en el maratón olímpico de Londres- se recuperó para correr aquí y conseguir el sexto puesto con 1h17m14s.
Fuente: La Razòn