La Cancillería expresó su malestar por la difusión unilateral de los análisis científicos por parte de la delegación uruguaya. En un comunicado, aseguró que la empresa produjo más de lo permitido, por lo que contamina
Tras la difusión de los informes de monitoreo y control de la planta UPM (ex Botnia) realizada por los científicos uruguayos, la Cancillería aseguró haber recibido «con beneplácito» la aceptación de sus pares orientales de hacerlo, pero recordó que está a la «espera» de una reunión para dar a conocerlos en forma conjunta.
Asimismo, en un comunicado difundido ayer, el Palacio San Martín recordó que «esas actividades de monitoreo y control se llevaron a cabo pese a los obstáculos y retaceos de información por parte de la empresa para su realización».
En el escrito, Cancillería hizo público un informe que da cuenta de la situación actual del monitoreo «desde el fallo de la Corte de La Haya hasta el presente y sobre excesos de los niveles de producción de la mencionada planta».
El motivo de la difusión del informe es dar cuenta de «la transparencia de los trabajos encomendados a la Comisión y al Comité Científico y para que la opinión pública esté correctamente informada».
Por su parte, y antes de conocerse el comunicado argentino, la delegación uruguaya en la Comisión Administradora del Río Uruguay había asegurado que sus pares argentinos se negaban a difundir los informes «con el argumento de falta de acuerdo en la temperatura máxima permitida para el vertido de las aguas de la planta de la finlandesa UPM al Río Uruguay».
Así lo expresó el ex vicepresidente uruguayo Luis Hierro López, integrante de la delegación de su país en la CARU. Éste señaló que se trata de «una excusa» porque «fuera cual fuera» la temperatura «no tiene incidencia» en la medición de los niveles de detergente, fósforo, cloro o metales pesados en el agua.
La delegación uruguaya en la CARU había difundido anoche un comunicado en el que «reitera» que Uruguay «no tiene obstáculo» y «brinda su pleno consentimiento» para la publicación «completa e inmediata» de los resultados de «todos» los análisis llevados a cabo por los laboratorios internacionales.
El informe advierte sobre la contaminación
El escrito difundido por la Cancillería recordó que cuando fue autorizado el funcionamiento de la planta de UPM, en febrero de 2005, se aprobó un «límite máximo de un millón de toneladas para la producción anual de pasta celulosa». Ese tope fue el que tuvo en cuenta la Corte Internacional de Justicia cuando analizó el proyecto de puesta en operaciones a partir del 9 de noviembre de 2007.
Sin embargo, y según dan cuenta los registros aduaneros de Uruguay, la planta «aumentó su nivel de producción anual, superando el millón de toneladas oportunamente autorizado, en el período noviembre 2008-noviembre 2009 en 50.597 toneladas, en el período noviembre 2009-octubre 2010 en 97.407 toneladas y en el período noviembre de 2010-5 de octubre de 2011 en 98.855 toneladas».
De esta manera, el informe argentino aseguró que se «está introduciendo directa o indirectamente en el medio acuático del Río Uruguay mayor cantidad de sustancias y energía, de la que resultan efectos nocivos para ese curso fluvial, e incrementando su contaminación».
Fuente: Infobae