El canciller argentino, Héctor Timerman y su par uruguayo, Luis Almagro, mantienen una reunión clave para alcanzar un acuerdo de monitoreo ambiental conjunto a la pastera UPM (ex Botnia) y al río Uruguay. El Gobierno argentino busca que se incremente el número de visitas de los técnicos a la planta. Luego de casi cuatro años de la puesta en funcionamiento de la pastera UPM- Botnia, el canciller Héctor Timerman y su par uruguayo, Luis Almagro, definirán los pasos a seguir sobre el control de la planta de celulosa y del río Uruguay.
Los representantes uruguayos y argentinos y la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), encargada del control ambiental de la planta, se reunieron el pasado jueves en Montevideo pero sin llegar a consenso.
Al finalizar ese encuentro, Almagro expresó que el trabajo para lograr un acuerdo «sigue a medias» y adelantó que habría «más reuniones» para tratar de destrabar la situación.
Las principales diferencias surgen de la propuesta argentina de realizar un examen constante de la planta con sensores que midan los parámetros de impacto ambiental las 24 horas del día y los 365 días del año.
Por su parte, el Gobierno argentino pretende que se incremente el número de visitas de los técnicos a la planta, sin embargo, la delegación uruguaya se opone a esta medida.
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