La tragedia que se intuía tras las batallas de los últimos días en Daraya, un suburbio a las afueras de Damasco, ha comenzado a tomar forma. Este sábado, los rebeldes sirios han denunciado el hallazgo de más de 200 cadáveres, un día después de que las fuerzas de Bachar el Asad recuperaran la plaza, en medio de una ofensiva desarrollada en los últimos tres días para retomar el control de los alrededores de la capital. Los opositores aseguran que muchos cadáveres tenían signos de haber sido «ejecutados» por los soldados.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, ha anunciado que se han encontrado «decenas de cadáveres suplementarios de ciudadanos no identificados», que se unen a los «entre 40 y 50 cuerpos» que había anunciado en la tarde del lunes.
Abu Kinan, un activista en Daraya, detalla que muchas de las víctimas estaban en casas y en refugios en sótanos, por lo que parece que fallecieron tiroteadas en una operación casa por casa. «En la últimas horas, se han encontrado 122 cadáveres y parece que dos docenas de personas murieron por los francotiradores y el resto fueron ejecutadas de modo sumario con pistolas a corta distancia», explica en declaraciones a la agencia Reuters. «El Ejército de El Asad ha cometido una masacre en Daraya».
El opositor Comité de Coordinación de Daraya ha dicho en un comunicado que entre los cadáveres encontrados con un tiro en la cabeza había ocho miembros de la familia al-Qassaa: tres niños, su padre y su madre y otros tres parientes.
Mohamamad Hur, otro activista de Daraya, ha dicho que 36 cadáveres de hombres jóvenes fueron hallados por la mañana en un edificio, junto con numerosas personas gravemente heridas que no podían ser trasladadas a hospitales de la zona porque el Ejército los había ocupado.
«Estamos identificando los cadáveres y documentando cómo murieron. Los primeros indicios señalan que la mayoría recibió disparos a corta distancia en la cara, cuello y cabeza, estilo ejecución», explica Hur. «Las mujeres de dos familias dicen que los soldados dispararon a sus hermanos delante de ellas».
El suburbio de Daraya, una ciudad de clase trabajadora de mayoría suní próxima a Damasco, se había convertido en un foco de rebeldes que habían atacado recientemente a las tropas de El Asad, que intenta sofocar desde hace 17 meses una rebelión que degenerado en guerra civil.
La Agencia de la ONU para los Refugiados informó este viernes de que el número total de sirios refugiados en países extranjeros a causa del conflicto a superado los 200.000.
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