La joven, cuyo paradero se desconoce desde el 21 de agosto de 2010, estaba embarazada y convivía con el empresario Daniel Lagostena. Su pareja es el único detenido, acusado de homicidio simple y aborto. La familia de la víctima reclama justicia
Se cumplen dos años de la desaparición de Erica Soriano. El 21 de agosto del 2010, la joven, que vivía junto a su pareja y padre del bebé que estaban esperando, Daniel Lagostena, debía almorzar con su familia en Villa Adelina.
Según señalan los investigadores, Soriano no habría salido con vida de su casa, ubicada en el partido de Lanús. Su pareja, el único detenido por el caso, declaró que ese mediodía tuvieron una discusión y que Erica salió de la vivienda sin su cartera y sin documentos.
En septiembre de 2010, Lagostena le escribió una carta a su padre, explicándole que se mudaría de su departamento para no convertirse en “chivo expiatorio” de la investigación. Pero, en mayo de este año, el fiscal de Lomas de Zamora, Gerardo Loureyro, pidió la detención del empresario. Los resultados de las pericias psicológicas determinaron que «Lagostena es un hombre golpeador y violento que simula constantemente”.
Ese peritaje, sumado a varias contradicciones que salieron de la boca de Lagostena y a restos de una bombacha de Soriano quemada encontrada en la chimenea junto a una mancha de sangre, que había sido lavada, debajo de una mesa ratona, provocaron la detención del empresario. Esos rastros se compararon con el ADN de la familia Soriano, pero no fue suficiente para configurar el perfil genético.
Según consta en el expediente judicial, que ya tiene 70 cuerpos y 14 mil fojas, Lagostena, la noche previa a la desaparición de Erica Soriano, intercambió varios mensajes con su sobrino, Brian Poublán, con quien no solía tener una relación muy cercana ni frecuente.
Según reveló el abogado de la familia Soriano, Marcelo Mazzeo, Poublán sigue siendo investigado, pero no está imputado en la causa.
Para tratar de encontrar el cuerpo de Erica Soriano fueron exhumados ocho cuerpos del cementerio de Lanús, se revisó la bóveda de la familia Lagostena, allanaron una cochería fúnebre que funciona en un edificio del padre del sospechoso y se ordenaron pericias en un crematorio. Además, se realizaron rastrillajes con georadares en campos de la familia del imputado.
Cuando comenzó la investigación también se rastreó la costa del Río de La Plata y el Riachuelo, que tampoco brindaron datos sobre el paradero del cuerpo de Soriano.
El abogado defensor de Lagostena, Gustavo Della Maggiore, apeló la prisión preventiva, pero el juez de la causa le denegó el pedido. Ahora, el expediente está siendo estudiado por la Cámara de Apelaciones de Lomas de Zamora, que deberá decidir si excarcela o no al acusado.
Por su parte, la familia de Erica Soriano realizará hoy una jornada de reflexión sobre la violencia de género en el Paseo de los Inmigrantes, en Villa Adelina, partido de San Isidro. “Esperamos convocar a unas 1000 personas. Habrá shows artísticos y pretendemos que la gente traiga alimentos y juguetes para que sean donados a La Casa Galilea, una ONG del distrito que trabaja con los chicos más necesitados”, afirmó la madre de Érica, María Esther Romero.
Además, en relación al caso de su hija, señaló: «No tengo expectativas de nada porque si no me frustro, prefiero que todo fluya».
Fuente: Infobae