Gabriel Heinze no dio muchas vueltas. Entró por una roja y lo primero que hizo fue acomodar la defensa. Encima, garantía de banco mundial, al rato entró Scocco y metió un golazo para el 2-0.
Pocos clubes de la Argentina pueden darse un lujo así de grande: en el banco de suplentes, el Tata Martino contaba con Gabriel Heinze y Nacho Scocco, dos que pasaron sus buenos años en Europa y que decidieron emprender la vuelta al país para ayudar al club que los vio nacer. Al ex defensor de la Selección le tocó redebutar por la temprana expulsión de Víctor López, y de entrada se lo vio seguro, ordenando a sus cumpas y con acertados cruces. “Lamentablemente me tocó entrar por la roja, pero la sensación de pisar el césped nuevamente fue hermosa. El equipo hizo un muy buen trabajo, es bueno ganar y más de esta manera”, expresó, emocionado, el Gringo. Por su trabajo se mostró satisfecho: “El equipo está bien parado y hace las cosas fáciles. Me acoplé enseguida”. La vuelta de Scocco fue brillante: en la primera pelota que tocó, se sacó de encima a un rival y metió un bombazo cruzado al ángulo. Clave, porque sirvió para que Newell’s saliera del asedio que le provocaba San Martín. “El gol sirvió para que mis compañeros descansaran después de un gran esfuerzo. Ganamos un partido de seis puntos, vital para nuestro objetivo”, tiró el punta, campeón en 2004 con el Tolo Gallego. Aplaudido por los hinchas y felicitado por todos por su golazo, remarcó su felicidad: “En estos años afuera sentí mucho la distancia y por suerte hoy vuelvo a ser feliz en Newell’s”. Un compañero que elogió a Heinze y Scocco fue ¡el capitán Bernardi!, pionero en el rubro regresar al club de la infancia (detrás llegaron Mateo, Martino, Maxi; y ahora Sonry y Nacho). “Tenemos la suerte de contar con ellos, que jerarquizaron al plantel y los disfrutamos”. Además, le sacó presión al equipo: “No somos candidatos”. Este inicio, y el correr de las fechas, irá confirmando para qué está Newell’s.
Fuente: Olé