Va de Juan B. Justo y Cuenca hasta Costa Salguero y respondió bien ante las fuertes lluvias. La obra beneficia a 350 mil vecinos, la mayoría de Palermo y Villa Crespo, zonas históricamente inundables.
El anuncio formal todavía no tiene fecha, se pospuso. Pero el túnel largo del arroyo Maldonado ya está en funcionamiento desde el 31 de julio y la mejor inauguración fueron las lluvias continuas que se registraron en agosto y que pasaron sin inconvenientes para los 350 mil vecinos que se encuentran en los barrios cercanos a la avenida Juan B. Justo.
El pronóstico no es alentador para los próximos días. El Servicio Meteorológico Nacional anunció probabilidad de lluvias y tormentas hasta el fin de semana (ver aparte). Sin embargo, la respuesta del túnel largo ante las primeras precipitaciones del mes fue auspiciosa. Y eso que en la primera quincena de agosto cayeron 166,7 milímetros de agua, mientras que la media para el período es de 69 milímetros. Además, entre el martes y miércoles se registraron 50 milímetros.
Para graficar la cantidad de lluvia en Capital y alrededores, hay que remitirse a agosto de 2001, cuando en todo el mes habían caído 187,8 milímetros.
Según el Gobierno porteño, las lluvias no afectaron el buen funcionamiento del canal largo. “Frente a los efectos de estas últimas lluvias, ya se puede ver el impacto positivo de la obra del Maldonado. El martes prácticamente no hubo agua acumulada a lo largo de la avenida”, afirmó el jefe de Gabinete de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta.
La obra comprende dos túneles aliviadores para escurrir la sobrecarga de agua en barrios como Palermo, Villa Crespo, Colegiales, Chacarita, La Paternal, Villa Luro y Liniers. El canal corto, de 4.561 metros de extensión, nace en Niceto Vega y fue habilitado a mediados de 2011. El nuevo, de 9.860 metros, corre desde Juan B. Justo y Cuenta hasta Costa Salguero.
En total, el Arroyo Maldonado tiene una extensión de 21,3 kilómetros, comienza en el sudoeste del Conurbano bonaerense y atraviesa la Ciudad en dirección noreste hasta desembocar en el Río de La Plata.
Fuente: La Razón