Exoneran de la Federal a un policía que asesinó a un joven durante una persecución

Martín Alexis Naredo fue exonerado mediante una resolución de la ministra de Seguridad Nilda Garré. El efectivo está detenido por el crimen de Jon Carlos Camareita, asesinado en el barrio porteño de Boedo, en enero pasado.

La ministra de Seguridad, Nilda Garré, exoneró a un cabo de la Policía Federal que permanece detenido por el crimen de Jon Carlos Camafreita (18), ocurrido en enero pasado en el barrio porteño de Boedo, se informó hoy oficialmente.

Se trata del policía Martín Alexis Naredo, quien está acusado de ser quien disparó un tiro en la cabeza de Camafreita mientras lo perseguía para detenerlo porque había participado de una pelea con otros jóvenes.

En el marco de la misma investigación interna, Garré también dispuso la aplicación de sanciones disciplinarias graves para otro policía, el ayudante Juan Carlos Moreyra, indicó la cartera de Seguridad.

Una investigación interna realizada por el Ministerio de Seguridad determinó que no había motivos para que el policía desenfundara el arma y que nunca existió un forcejeo entre la víctima y el policía, tal como lo aseguró el ahora cabo exonerado en su declaración ante los investigadores.

Para adoptar estas medidas, Garré tuvo en cuenta las declaraciones del personal policial, llamados al 911 y modulaciones policiales, como así también el resultado de la pericia balística de la Gendarmería Nacional, que descartó la hipótesis de un forcejeo entre ambos, tal como había alegado Naredo en un primer momento.

“No vamos a tolerar funcionarios que violan la ley, menos aún si comenten delitos tan graves como el homicidio. Tampoco admitimos ningún tipo de protección o actitud corporativa en estos casos de gatillo fácil”, señaló Garré.

La exoneración a Naredo se fundamenta en que Camafreita no esgrimió motivos que justificaran que el policía pudiera haber desenfundado un arma, señalaron fuentes de la investigación.

Además, la investigación interna determinó que el efectivo corrió tras el joven con su arma en la mano, lo cual es considerado como «una falta gravísima a la disciplina policial».

Las sanciones disciplinarias graves al ayudante Moreyra se deben a que fue quien impartió la orden de perseguir a los dos jóvenes que estaban corriendo por la avenida para detenerlos, para lo cual el móvil tuvo que circular 50 metros en contramano.

Los investigadores determinaron que «no existían motivos que justificasen ese despliegue. Este tipo de procedimiento es reservado a la persecución de personas que hubieran cometido efectivamente un delito».

«En este caso, la investigación determinó que los policías habían intervenido efectuando distinciones prohibidas por la ley; estigmatizando a las personas al vincular la franja etaria, la vestimenta y las condiciones sociales con una supuesta comisión de delitos», señaló el ministerio de Seguridad.

Por último, Garré también ordenó a la Policía Federal que inicie actuaciones disciplinarias contra el resto del personal policial que asistió al lugar de los hechos en un primer momento, ya que «se advirtieron irregularidades en las primeras medidas adoptadas».

El crimen de Camafreita ocurrió cerca de las 2.30 del sábado 21 de enero último en Plaza Boedo, en las calles Estados Unidos y Loria, donde se originó una pelea entre dos grupos de jóvenes.

Según las fuentes, en la reyerta hubo pedradas y palazos, por lo que un vecino llamó a la policía y un móvil de la seccional 8va. se trasladó hasta el lugar.

Al ver la llegada de los efectivos, los jóvenes que participaban de la pelea comenzaron a huir a la carrera en distintas direcciones, dijeron los informantes.

Ante esa situación, los dos policías del móvil persiguieron a dos de los chicos que huían por una de las calles y allí se produjo un disparo que finalmente provocó la muerte de Camafreita en el Hospital Ramos Mejía

Fuente: Online-911