Un joven de unos 25 años ingresó anoche con dos globos pero armado a una enfermería ubicada en el Barrio La Loma, encañonó al encargado y a dos pacientes, y se alzó con unos 700 pesos y celulares, informaron fuentes policiales.
El caso sucedió cerca de las 19.30 en la “Enfermería Catedral” situada en 47 entre 18 y 19, cuando en el lugar el profesional de la salud, identificado como Rodolfo Miñán (63), le estaba por dar una inyección a un paciente, mientras un joven aguardaba en la sala de espera.
El enfermero le contó a Trama Urbana que “el tipo entró con dos globos y enseguida se levantó el buzo para mostrar que tenía un revólver en la cintura”.
El delincuente, luego de despojar a las víctimas de las billeteras y celulares, obligó a los presentes a encerrarse en una de las oficinas de la enfermería. “Continuó revisando los escritorios y ahí encontró mi teléfono”, señaló Miñán.
Mientras ocurría el asalto explotó uno de los globos y los damnificados pensaron que se trató de un disparo con el arma de fuego. El enfermero presumió que el ladrón lo reventó a propósito para causar más tensión. Luego de un par de minutos, el asaltante salió a la calle y se fue corriendo.
Miñán explicó que a él el malviviente le sustrajo más de 500 pesos y que “a los pacientes unos 100 pesos a cada uno”.
“Uno de los jóvenes se quedó sin plata para pagarme la aplicación de la inyección antitetánica y se quería ir así, pero lo convencí y se la di gratis”, indicó el enfermero.
El centro de salud sufrió el primer robo en sus más de 30 años de existencia. “Espero que no se les haga costumbre. Pero creo que el ladrón pensó que esto era una casa y como vio la puerta entreabierta se metió”, aseguró el profesional. Alertado por el 911, personal de la comisaría Cuarta se presentó en el lugar y con las descripciones hechas por las víctimas del asaltante salió a buscarlo en la zona, pero los efectivos no lo encontraron. En el hecho interviene la UFI n° 9 de Autores Ignorados, a cargo del fiscal Fernando Cartasegna.
Fuente: Diario Hoy