López superó por 1ª vez los 300 km/h en un auto de Turismo. “Un poquito me cagué”, admitió. A José María López no lo va a amilanar la velocidad, eso está claro. Si hasta se dio el gusto de manejar ¡a 400 km/h! en una prueba aerodinámica con el Renault de Fórmula 1 en el aeródromo inglés de Keevil, utilizado durante la Segunda Guerra Mundial. Pero, claro, era con un F-1. “Aparte era todo derecho. Podías levantar y listo. No sentía nada, sólo veía pasar los árboles, jaja. También anduve a 340 km/h con el V10 y al llegar al frenaje no se movía nada, no vibraba… Esto fue distinto, jaja. La verdad que un poquito me cagué. Doblar con el paredón ahí tan cerca… Uff, yo no tengo miedo, pero sí respeto mucho a los autos”, cuenta Pechito. Claro, por primera vez superó los 300 km/h con un auto de Turismo, nada que ver con un F-1. Lo hizo con su Ford Focus de Súper TC 2000, con el que ganó en Rafaela la 7ª fecha.
“Parece que se va a desarmar todo por las vibraciones. Es como andar en un Fiat 600 a 100 km/h. Adentro se centrifuga todo, parece un secarropa, jaja. Pero estas carreras gustan, son de velocidad pura”, explica el cordobés, que enhebró su tercer triunfo al hilo y ya está bien metido en la lucha por el campeonato. No fue para nada sencillo. Más allá de las vibraciones y la sensación de ir en una Bolita, el ex Honda y Fiat se preocupó, y mucho, al ver a varios de sus rivales sufrir roturas de cubiertas por la alta exigencia que significó correr en Rafaela. Spataro lo atacó en las primeras vueltas, hasta que se le reventó la cubierta delantera derecha. El cordobés pudo administrar los seis segundos de ventaja que tenía hasta que entró el auto de seguridad y se le pegó Rossi. Pero el Granadero también rompió neumático y otra vez Pechito pudo aguantar. “Cuando rompió Spataro me preocupé. Pero después, cuando paró Rossi, me preocupé más. Porque en el curvón doblaba a 240 km/h y aflojar era ir a 220. Por eso quiero destacar la capacidad de trabajo de todos en el equipo”, explica el ganador, que rozó los 300 km/h con el V8 a 10.800 rpm en sexta (se agregaron 300 rpm más antes de la final para evitar llegar al corte en la recta y por el viento que había).
Con los tres triunfos al hilo, López se metió tercero en el torneo, a 12 unidades de Bebu Girolami, el nuevo líder. “Sabía que no podía regalar nada hoy. Y en la próxima tampoco puedo ni pestañear. Tengo que seguir descontando. Hace poco tiempo estaba a casi 70 puntos y ahora ya estoy cerca”.
Fuente: Olé