La gestión Passarella, un déficit completo

Después de haber despedido a Cappa, el presidente de River no puede encontrar DT. Como si fuera poco, hoy cerrará un balance con el pasivo más alto del fútbol argentino

De River sí puede decirse que los problemas institucionales se reflejan en la cancha: es que tan desorientados como el equipo andan los dirigentes, con Daniel Passarella a la cabeza, quien el lunes despidió al entrenador por el que él había apostado como proyecto futbolístico y en apenas 48 horas se le cayeron sus dos principales candidatos; eso sin contar la crisis económica que mañana alcanzará oficialmente cifras inéditas.

Ángel Cappa fue despedido después de realizar el primer entrenamiento de la semana previo al Superclásico. Muerto el rey, ¿viva el rey? En absoluto. Ya se bajaron Américo Gallego, quien nunca llegó a hablar cara a cara con su ¿ex? amigo «El Kaiser» (envió a un intermediario), y Marcelo Bielsa, en su caso previsiblemente porque tiene contrato con la federación chilena hasta el 15 de enero.

Justamente previsibilidad es lo que falta en el club de Núñez, donde ahora la apuesta es Juan José López, con la esperanza de que gane el Superclásico. ¿Y si eso no sucede? Entonces los dirigentes deberán reiniciar la búsqueda, porque el promedio del descenso apremia y River deberá consolidar un equipo para hacer un buen papel en el Clausura 2011 y salvarse de todo. Ante este panorama, ¿fue oportuno haber echado a Cappa?

Números que sangran
Hoy será presentado el primer balance de la era Passarella, donde quedará expuesto el primer fracaso en el intento por revertir el caos económico que inició José María Aguilar. Saldrá a la luz, pues, un déficit de 80 millones de pesos, con lo cual el pasivo ascenderá a $220.000.000, el más alto del fútbol argentino.

En ese marco, la actual dirigencia ahora sí analiza denunciar a Aguilar por un supuesto faltante de 3 millones de dólares por el pase de Fernando Belluschi más u$s1,7 M por el fallido clásico ante Boca en Bolivia, que fue cobrado oportunamente. La esperanza para salir del pozo es el fideicomiso, un recurso que ya empieza a generar críticas desde la oposición y miedo entre los hinchas, que ya olvidaron qué era eso de sentirse «millonarios».

Fuente: Infobae