Una familia de cuatro integrantes necesitó en julio 1.528,57 pesos para no ser pobre, una cifra que representó un aumento del 1,4 por ciento contra el mes anterior, casi el doble del 0,8 de la inflación general.
Según datos del INDEC, la denominada Canasta Básica Total tuvo un incremento de 21,10 pesos y de ese modo un matrimonio y dos hijos necesitó por día 49,30 pesos para alimentarse y cubrir los servicios esenciales.
En tanto, la Canasta Básica Alimentaria subió en julio a 688,37 pesos contra los 681,64 del mes anterior, lo que significó un incremento del 1 por ciento, equivalente a una suba de 6,63 pesos.
La CGT de Hugo Moyano difundió días atrás un relevamiento propio en el cual la Canasta Alimentaria para una familia tipo fue de 1.050 pesos, unos 35 pesos diarios pero para el INDEC resulta suficiente con 22,20 pesos, lo que marcó una brecha superior al 52 por ciento.
En comparación con julio del año pasado, el INDEC detectó un incremento global de precios del 9,9 por ciento mientras que la Canasta Básica de Alimentos aumentó 14,1 por ciento y la que incluye servicios, subió 14,8.
Los datos oficiales confirmaron que la suba de precios golpea con mayor fuerza a los sectores de menores recursos de la población.
Los datos oficiales se ubican por debajo del salario mínimo, vital y móvil de 2.300 pesos y más aún de los 2.950 pesos que se calcula para los trabajadores que están en negro.
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