El seleccionado de vóleibol masculino de la Argentina quedó esta mañana eliminado de los Juegos Olímpicos Londres 2012, al caer con su par de Brasil, por 3-0, en partido de cuartos de final.
El triunfo del equipo brasileño, medalla de plata en Beijing 2008, se concretó con parciales de 25-19, 25-17 y 25-20, tras una hora y 12 minutos. De esta manera, el conjunto de Javier Weber concluyó su actuación en la cita olímpica con tres triunfos (Australia, Bulgaria y Gran Bretaña) e igual cantidad de derrotas (Italia, Polonia y Brasil).
El encuentro arrancó con cierto equilibrio. De hecho, al primer tiempo técnico, la ventaja brasileña era mínima (8-7). Pero, de a poco, el bloqueo del equipo finalista en Beijing 2008 comenzó a entregar sus frutos, del mismo modo que los remates de Dante (4) y Lucas (3), quienes causaron mucho daño en la red. Entonces, los dirigidos por Bernardo Rezende aprovecharon una ráfaga de cuatro tantos seguidos para ponerse 11-7 arriba.
El desconcierto albiceleste se profundizó al promediar el segmento porque, a una recepción discreta, se le sumó la notable eficacia del conjunto `verdeamerelho+ que pasó al frente 16-9 primero y 18-10, después.
El técnico Weber pidió sendos minutos para ordenar las cosas y mandó a la cancha a Nicolás Uriarte. La inoportuna lesión del opuesto Visotto (pisó mal con su pie derecho y cayó tendido) provocó una ligera reacción de la Argentina, que descontó 16-21. Pero Brasil continuó con el envión necesario como para llevarse el parcial por 25-19, en apenas 26 minutos.
El segundo segmento empezó como el primero: con dos equipos alternándose en el dominio y en el tanteador. Pero Argentina ajustó la recepción, mejoró en el saque y Facundo Conte sacó credenciales de ese poderoso atacante que proyecta ser.
Entonces, el equipo de Weber tomó una ligera supremacía por 7-6, hasta que, nuevamente, el seleccionado dos veces medalla de oro en los JJ.OO. (Barcelona 1992 y Atenas 2004) creció con el bloqueo y con la potencia de sus centrales.
Así, Brasil se situó al frente por 16-12, a pesar de que la Argentina ya no mostraba la cara del primer set y había mejorado en los distintos rubros, con Pablo Crer y Federico Pereyra, que exigían.
Sin embargo, la jerarquía individual y colectiva de los de Rezende hizo que todo pareciera un trámite: 25-17, en 23 minutos.
En el tercer parcial, Argentina pudo tomar una distancia 3-1 en el arranque, pero la aparición de Murilo (una de las figuras; 10 puntos) niveló la pizarra (7-7).
El equipo de Weber encontró cierta regularidad con el armado de De Cecco y se mantuvo en partido, en virtud a la potencia de Conte (14-14). Pero Brasil siguió apostando al armado de Sergio, a la potencia de Wallace y redondeó el éxito con un parcial de 25-20, tras 23 minutos.
Fuente: La Voz