La resolución deplora que el organismo no haya podido imponer sanciones.
Condena los bombardeos de los bastiones rebeldes y reclama una transición política.
Kofi Annan anuncia que a fin de mes dejará la mediación en Siria.
La Asamblea General de Naciones Unidas ha condenado en una resolución presentada por el grupo de países árabes y redactada por Arabia Saudí los bombardeos de los bastiones rebeldes por la aviación siria, ha lamentado la “incapacidad del Consejo de Seguridad” para que se apliquen sus decisiones y ha reclamado una transición política en Siria. El órgano en el que tienen voz y voto los 193 países de la ONU ha sacado adelante el texto, en ningún caso vinculante, por 133 votos a favor, 12 en contra y 31 abstenciones. Entre los países que se han opuesto a la resolución se encuentran Rusia y China, miembros además del Consejo de Seguridad, en el que han bloqueado varias condenas al régimen de Bachar el Asad, y naciones como Irán, Corea del Norte, Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia, entre otras.
Antes de la votación, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, desde la sede de la organización en Nueva York, ha alertado de que «Alepo es el epicentro de una batalla entre el Gobierno sirio y los que quieren reemplazarle». «Los actos de brutalidad que se han denunciado podrían constituir crímenes de guerra o contra la humanidad». Junto al frente de Alepo, principal foco de la batalla, activistas han informado hoy de que las fuerzas del régimen han lanzado una ofensiva para recuperar el distrito de Tadamon, situado en la capital, Damasco, y ocupado por los rebeldes.
La iniciativa aprobada por la Asamblea General reviste un carácter simbólico —sólo las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU son vinculantes—, aunque aumenta la presión sobre Damasco. Este voto se produce un día después de que el enviado especial de la ONU y de la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, anunciara su dimisión para finales de agosto, tras reconocer que el incremento de la violencia en el país árabe, la falta de una “presión internacional seria” y el bloqueo constante de Rusia y China en el Consejo de Seguridad impedían el cumplimiento de su plan de paz.
El texto presentado fallado por la Asamblea General señala la inquietud suscitada por las armas químicas sirias y exige al régimen de El Asad que renuncie a emplearlas y que las almacene en un lugar seguro. Reclama, asimismo, que las organizaciones humanitarias puedan acceder al territorio sirio para ayudar a la población civil.
Francia, que asume la presidencia rotatoria del Consejo de Seguridad en agosto, ha anunciado que “apoyará con firmeza” esta resolución, según su ministro de Exteriores, Laurent Fabius.
“Este texto no tendrá la misma fuerza [que una resolución del Consejo], pero envía el mismo mensaje, esto es, que la comunidad internacional de verdad quiere actuar y que Rusia y China son minoría”, declaró este jueves el embajador francés ante la ONU, Gérard Araud.
La resolución pide, por último, que se instaure un “Gobierno provisional de consenso”, lo que supondría la marcha de Bachar el Asad.
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