El seleccionado masculino de básquetbol empezó dormido y se fue 14 puntos abajo en el cuarto inicial. Pero de la mano de Ginóbili y Scola, el equipo de Lamas reaccionó y terminó ganando sin problemas por 92 a 69. El sábado, ante Nigeria.
Había que cambiar la imagen después de caer ante Francia. Y Argentina lo hizo después de un comienzo muy flojo. El seleccionado argentino de básquetbol necesitó a sus hombres NBA con Emanuel Ginóbili a la cabeza para revertir un primer cuarto adverso y vencer finalmente a Túnez por 92-69 en su camino a los octavos de los Juegos Olímpicos de Londres.
Ginóbili fue el máximo anotador del partido con 24 puntos, 19 de ellos en la primera mitad, ya que en el segundo cuarto el equipo de Julio Lamas necesitó de él para revertir un 14-28 del primer cuarto, que sufrió con las arremetidas de Mejri y Ben Romdhane.
Para colmo, Argentina sufrió la baja del base titular, Pablo Prigioni, por un cólico renal, que pone en riesgo su participación ante Nigeria el sábado próximo. Facundo Campazzo, el único base natural suplente, afrontó bien el partido, anotando 12 puntos y sumando 9 rebotes y 7 asistencias (el mejor argentino).
Pero básicamente Argentina tras el primer cuarto necesitó de los NBA, con la regularidad de Scola, autor de 20 puntos, y luego de la secuencia de Ginóbili, el bahiense tuvo descanso (jugó 24 minutos) y posteriormente fue el turno del «Lancha» Delfino para aportar 21 puntos en sus 32 minutos en cancha.
Tanto fue el cambio de mentalidad tras el primer cuarto que Argentina no le dejó anotar a Túnez en los primeros cuatro minutos del segundo parcial, poniéndose los albicelestes 29-28. El segundo parcial terminó igualado en 40 con la impresión de que Argentina estaba en la buena senda y así fue, porque Túnez no tuvo reemplazo de sus mejores hombres, sacando otros quince puntos en el tercer cuarto.
Con la victoria sobre Túnez, el conjunto de Lamas logró aliviar el efecto de la derrota ante Francia. El sábado a las 18.15 hora argentina enfrentará a Nigeria, el otro equipo al que necesita vencer para meterse en los octavos lo menos comprometido posible.
Fuente: La Razón