Los británicos se sintieron ofendidos por Mitt Romney, los palestinos lo acusaron de racista e incluso en la amigable Polonia el movimiento que acabó con el régimen comunista en ese país criticó su postura antisindical.
Nunca se esperó que la visita de Romney a Gran Bretaña, Israel y Polonia produjera el mismo frenesí entre los medios informativos como ocurrió con el recorrido del entonces candidato demócrata Barack Obama por ocho países en 2008.
Obama recibió encomios y comentarios calurosos en los medios de comunicación internacionales durante sus visitas tanto a los campos de guerra en Irak y Afganistán como a los edificios de gobierno resplandecientes del Viejo Continente.
Empero, las comparaciones fueron inevitables y en general no le favorecieron al virtual abanderado presidencial del Partido Republicano.
«El candidato presidencial republicano designado Mitt Romney quiso demostrar su conocimiento de la política exterior y sus dotes diplomáticas durante su viaje a Gran Bretaña, Israel y Polonia», dijo el martes el diario suizo Tages-Zeitung. «Hoy, en el último día de su gira, debe reconocer que no logró su objetivo».
Los partidarios de Romney insisten que una gran parte de las críticas y comentarios negativos fueron completamente injustos y exagerados, especialmente en países europeos donde la cultura política tiende a la izquierda frente a Estados Unidos.
En 2008, los comentaristas azuzaron en gran medida las loas públicas que recibió Obama en su campaña electoral por la simple razón de que no era George W. Bush, cuya imagen se había hundido por la oposición generalizada a la guerra de Irak.
De una forma similar, la cálida recepción que recibió Romney en Polonia se debió en parte al hecho de que él no es Barack Obama, cuyos acercamientos a Rusia y su oposición al escudo antibalístico ideados por su predecesor en Polonia decepcionaron a los polacos.
Sean cual fueren las diferencias, el contraste entre ambos candidatos ha sido notable.
En 2008, más de 200.000 acudieron en Berlín para ver a Obama, donde mencionó un mundo sin armas nucleares y prometió combatir el cambio climático.
El presidente francés Nicolas Sarkozy ensalzó al entonces candidato como «mi querido Barack Obama». David Cameron, a la sazón líder de la oposición conservadora británica, posó ante las cámaras de televisión británicas y estadounidenses con Obama en tres lugares diferentes en menos de una hora.
Cuatro años después, la revista alemana Spiegel Online dijo que la gira de Romney fue «un periplo de pifias».
Todo comenzó en Londres, donde Romney describió los problemas que encaraban los organizadores de las olimpiadas al comenzar los juegos, que consideró «desconcertantes». Los medios de comunicación británicos le atacaron de inmediato.
Cameron, ahora primer ministro, respondió que sería «más fácil organizar una Olimpiada en medio del desierto», aunque sus ayudantes se apresuraron a aclarar que no se refería a Salt Lake City, donde Romney dirigió los juegos de invierno de 2002.
Según el diario Daily Mail, funcionarios británicos que pidieron el anonimato dijeron que la visita de Romney fue «un desastre» y que es «peor que Sarah Palin».
Por su parte, el diario londinense The Independent dijo que «la comparación aquí es impresionante con George W. Bush».
«Incluso Dubya (Bush), propenso a torpezas y metidas de pata, parece alguien ágil diplomáticamente junto al supuestamente educado señor Romney», agregó.
El funcionario palestino Saeb Erekat criticó las declaraciones de Romney sobre la cultura de la población palestina y se preguntó si «¿No es esto racismo?»
El ex presidente Lech Walesa, que fue líder del movimiento sindical Solidaridad cuando cayó la dictadura comunista polaca, nunca perdonó a Obama su actitud condescendiente, incluyendo su negativa el año pasado a recibirle privadamente durante su visita presidencial a Polonia.
Walesa respaldó a Romney cuando se entrevistaron el lunes en Gdansk, cuna de Solidaridad en 1980, pero los líderes del movimiento criticaron «los ataques contra el mundo sindical y los derechos laborales» del candidato.
Fuente: AP