En plena polémica por la salida de los presos para actos, un video demuestra una relación cercana entre el funcionario, Víctor Hortel, y condenados por asesinatos
Mientras aumenta la polémica por las acciones del autodenominado Vatayón Militante dentro de las cárceles y los permisos de salidas de presos para actos políticos, otro video demuestra una relación muy cercana entre el director del Servicio Penitenciario Nacional, Víctor Hortel, y condenados por crímenes aberrantes.
El propio funcionario, cuya firma avala los certificados de conducta de los presos, participa de murgas dentro de los pabellones de la unidad carcelaria de Marcos Paz. Redoblante en mano, puede observarse a Hortel al lado del detenido Pablo Díaz, condenado a cadena perpetua por la violación y asesinato de Soledad Bargna en 2009.
Díaz y Hortel lideran en las imágenes al grupo de delincuentes que cumplen penas por delitos graves y pasean su murga por el presidio.
El preso Díaz había sido beneficiado por su buena conducta a salidas transitorias en 2009 tras ser condenado a doce años de prisión en 2002 por la violación de una adolescente de 15 años. Durante ese permiso judicial, Díaz violó y asesinó a Bargna. Aparece así en el video en una situación de extrema camaradería con el director del Servicio Penitenciario.
El penal de Marcos Paz, donde esas imágenes fueron grabadas en diciembre de 2011, está calificado por el Servicio Penitenciario Federal como una cárcel de alta-máxima seguridad. Quienes cometen los crímenes más atroces terminan alojados allí.
Aquellos que conocen el sistema penitenciario por dentro afirman que está forma de operar entre presos y funcionarios empezó en abril de 2011, cuando asumió Hortel. Desde ese momento empezó a actuar el llamado Vatayón Militante, un grupo ligado a La Cámpora. Aunque se reivindican como peronistas, su pastiche ideológico los pasea también por el guevarismo y los movimientos revolucionarios de los años 60 y 70.
Fuentes incluso dentro del gobierno de Cristina Kirchner afirman que el propio Hortel comanda a esa agrupación, cuya facilidad de movimientos dentro de los pabellones no tienen antecedentes históricos. Ni siquiera Franja Morada, durante el gobierno de Raúl Alfonsín y con el centro de estudios instalado entonces en la cárcel de Villa Devoto, tuvo los privilegios de este Vatayón Militante para el adoctrinamiento político de detenidos..
Fuente: La Nación