Es por la decisión del gobierno de terminar con el convenio de doble imposición, que las priva de pagar impuestos . Buscarán que Cristina habilite un nuevo acuerdo y de lo contrario advierten que el primer recorte lo harán con “los prestadores de servicio del país”. Está en juego una inversión neta acumulada cercana a los 60 mil millones de euros.
Las empresas españolas que residen en el país están dispuestas a deshacerse de sus proveedores argentinos en respuesta a la decisión de Cristina Kirchner de terminar con el convenio que les aliviava la carga impositiva.
El acuerdo “de doble imposición” entre Argentina y España, como se lo conoce, data de 1992 y consiste en evitar que los capitales alguno de esos países que invierte en el otro se vea obligado a pagar impuestos similares en las dos jurisdicciones.
Tiene vigencia hasta el 31 de diciembre, pero a través de un decreto del 29 de junio Cristina “lo denunció”, como se dice cuando un país se retira formalmente de un acuerdo bilateral.
Según pudo saber LPO, el asunto preocupó y mucho al gobierno español por el impacto que puede generar en compañías que aminorar el impacto de la crisis europea con sus ganancias en el país.
Telefónica es un ejemplo. Este miércoles suspendió sus dividendos del 2012 y anunció un duro recorte de sueldos de sus consejeros y directivos. Para el año que viene podría tomar acciones similares en Argentina.
El Gobierno ya había desechado un acuerdo similar con Chile, siempre con el objetivo de sumar más dólares a sus arcas.
A diferencia de esos países, Argentina no tiene una gran cantidad de empresas que considere estrategicas y que puedan verse afectadas por sus inversiones en el exterior, eventuales objetos d emedidas espejo.
La respuesta
Por eso, fuentes del empresariado español a las que tuvo acceso LPO adelantaron que su réplica será con los socios locales.
“No sólo quedarán afectadas las empresas españolas. Hay muchas prestadoras de servicios, personales o Pymes, que se verán perjudicados si no se renueva el convenio”, anticiparon, dando a entender que serán esos sectores los primeros en sufrir una nueva carga impositiva.
Los capitales españoles concentran en Argentina una inversión neta acumulada cercana a los 60 mil millones de euros, según cálculos rastreados por LPO en las distintas asociaciones que los agrupan, donde contabilizan unas 300 compañías de primer nivel en el país.
Los principales son Telefónica, el Banco Francés, Codere y Dycasa entre otras. “No nos quedaremos quietos. En estos seis meses pediremos un nuevo convenio”, anticiparon a LPO fuentes cercanas a esas compañías.
Igual que en el debate por la estatización de YPF, los españoles centrarán su defensa esgrimiendo posibles castigos económicos como sería la quiebra de los proveedores locales.
En el caso de la petrolera la estrategia no funcionó: el gobierno de Mariano Rajoy anunció que suspendería las compras de biocombustibles argentinos pero nunca frenó esos embarques por la sencilla razón que el precio argentino era sensiblemente inferior.
El riesgo
“Habría que ver cuánto representa fiscalmente a Argentina denunciar a este convenio, frente al riesgo de perder inversiones. En algunos casos va a ser sólo un empujón para que se vayan”, advirtió el tributarista Luis María Peña en diálogo con LPO.
Su colega Juan Carlos Sabiani señaló que como estos convenios son estratégicos y se basan en la idea de sostener inversiones en el tiempo más que en criterior fiscalistas, hecho que lleva a que por lo general los países no los denuncien.
“La única salida frente a una situación como la actual sería que cada país financie la renta que pierden sus empresas por pagar impuestos en el extranjero», evaluó.
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