Fue en la localidad bonaerense de Ramos Mejía. La abuela contó que el robo duró dos horas, golpearon a su hijo y amenazaron con secuestrar a su nieto. Además, le robaron 10.000 pesos, joyas y electrodomésticos.
Tres delincuentes armados y encapuchados asaltaron hoy la casa de una jubilada en la localidad bonaerense de Ramos Mejía, donde golpearon a su hijo de 40 años, amenazaron con secuestrar a su nieto de 14 y huyeron con 10.000 pesos, joyas y electrodomésticos.
La víctima del asalto, Angela Fuentes, contó que el robo duró dos horas y se quejó por el hecho de que cuando lo ladrones se retiraron, llamó al 911 y la policía bonaerense «tardó dos horas en llegar».
El hecho ocurrió en su casa de la calle Maipú 152 de la mencionada localidad del partido de La Matanza.
«Fue a las 3 de la madrugada. Mi hijo bajó a tomar agua, escuchó ruido de vidrios rotos y de repente se encontró con tres tipos dentro de la casa. Quiso defenderse con una silla, pero estaban armados», contó Angela.
La mujer contó que los delincuentes luego capturaron a su nieto de 14 años, que estaba en la computadora y lo subieron a su habitación, donde a ella la despertaron.
«A mi hijo se lo llevaron al baño y yo escuchaba cómo le pegaban. me decían que les dijera dónde estaba la plata porque sino lo hacían boleta. Y también amenazaban con llevarse a mi nieto», relató la víctima.
La jubilada explicó que a todos los ataron «con precintos plásticos» y que los delincuentes fueron «muy violentos» con su hijo a quien «le pegaron en la cara y en la nariz».
Sobre los ladrones, dijo que «eran tres, todos estaban encapuchados, pero se les veían los ojos y, además, estaban vestidos con ropas oscuras y llevaban puestos borceguíes».
«Se llevaron 10.000 pesos que era la única plata que había en la casa, pero también agarraron mis joyas, cadenitas, mi alianza y algunos electrodomésticos, entre ellos la computadora, que la había sacado por el PAMI y todavía la estoy pagando», dijo Angela.
La víctima comentó que «fueron dos horas terribles» en las que «revolvieron y dieron vuelta todo».
La mujer contó que un vigilador de la cuadra vio cuando los delincuentes escaparon «saltando a la calle desde la terraza de la casa de al lado» y que si bien el empleado de seguridad los persiguió, desistió cuando uno de los delincuentes lo amenazó «apuntándole con un arma recortada».
Según lo que le dijo este vigilador, los ladrones escaparon en un auto donde los esperaba al menos un cuarto cómplice.
Por último, la mujer denunció que llamó al 911 pero el patrullero de la comisaría de Ramos Mejía «tardó dos horas en llegar».
«La verdad es que los traté muy mal a los policías cuando llegaron. Sé que ellos no tienen la culpa pero no puede ser que los del 911 tarden dos horas en llegar», concluyó.
Fuente: Online-911