El CEO de la petrolera detectó que las perforaciones de alrededor de 3.000 metros de profundidad cuestan mucho más en la Argentina que en Estados Unidos
El CEO de YPF, Miguel Galuccio, estaría preocupado por los altos costos de la petrolera y también por la menor productividad, que conspira para desarrollar yacimientos con técnicas de explotación no convencionales.
A ello se suma la falta de los marcos que las compañías extranjeras requieren para aumentar la producción de los actuales yacimientos y desarrollar otros nuevos, lo que hace poco probable, por ahora, que se puedan encarar los ambiciosos planes que el propio Galuccio anunció.
En parte, publica el diario La Nación este lunes, se trataría de la pérdida de competitividad general de la economía argentina por el atraso cambiario, pero Galuccio no lo ha expuesto así. En las recorridas y reuniones que estuvo realizando en el interior, incluso con parte de los planteles de la compañía, habría mostrado que perforaciones de alrededor de 3000 metros de profundidad cuestan mucho más en la Argentina que en los Estados Unidos. A veces, hasta el doble.
Así lo revelaron fuentes que estuvieron presentes en algunas de las exposiciones. «Aquí, por ejemplo, las empresas que realizan fracturas hidráulicas llegan a hacer una día por medio, en los Estados Unidos se hacen diez», explicaron al matutino los informantes.
«También aparecieron datos de índices de soldadura que si aquí da diez, en Medio Oriente es 20, y en los Estados Unidos, 25; estamos muy lejos, en parte, por los altos costos en dólares; en parte, porque aquí no se trabaja de noche y eso sube los costos laborales», dijeron a La Nación operadores de la actividad.
Es curioso, pero el alto costo salarial en dólares fue usado como justificación para fijarles a los actuales directores honorarios de casi $5 millones mensuales en la realización de la última asamblea de accionistas.
Los petroleros a los que el Gobierno trató de interesar para desarrollar perforaciones no convencionales en el yacimiento de Vaca Muerta creen que se está muy lejos de lograr el objetivo. «Son operaciones muy caras y riesgosas; aquí Apache hizo un pozo horizontal de extracción de gas que resultó relativamente bueno; con esos esquemas se logra experiencia y se avanza en nuevos intentos, los riesgos son altísimos», explicó un conocedor de las actividades.
«Con las actuales condiciones, nadie va a emprender una segunda perforación, no hay precio, no hay rentabilidad, no hay libertad para disponer de las utilidades», detalló, al tiempo que agregó: «La petrolera Medanito desarrolló otro pozo con EOG, pero, por ahora, parece difícil que sin cambios muy importantes en las condiciones se lancen importantes inversiones».
En el sector dicen que el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, «trabaja bien y está apostando a que las cosas se encaminen para solucionar la crisis energética». Sapag tendría también obvios intereses políticos propios.
«Para que se desarrollen las inversiones, habría que salir del actual congelamiento del precio del gas en boca de pozo, sobre la base del cual la provincia cobra sus regalías, sin que le controle la caja la Casa Rosada», señalan.
«En la Argentina se paga a dos dólares el gas local por las mismas cantidades por las cuales a Bolivia se le está pagando más de 11», dijo un especialista a La Nación, que aclara que «para que hubiera una perspectiva razonable el precio no debería ser menos de cuatro».
Neuquén cobraría entonces algo así como el doble de los montos actuales por regalías, aunque no aumentara la producción. «Es lógico que Sapag esté interesado en lograr recursos y autonomía, nadie quiere ser el próximo Daniel Scioli», señaló otro petrolero.
Pero el desarrollo en el país de las técnicas más nuevas de explotación requiere otras condiciones.
«Hay empresarios del área que están pidiendo alguna clase de solución del conflicto con Repsol, porque en el contexto del litigio por la expropiación sin indemnización encuentran enormes limitaciones para poder invertir, porque el antecedente es muy malo», explican.
Fuente: iProfesional