Patito se va a jugar con Neymar

El Santos puso 4 millones y se llevó a Rodríguez, que hará dupla ofensiva con el crack. En chiste, ya pidió la 11 del brasileño…

Durante los últimos recesos, la posibilidad de que Patricio Rodríguez emigrara fue una constante. Sin embargo, el supuesto interés de los clubes del exterior siempre quedó en rumores, que se fueron desvaneciendo con el correr de los días. Esa racha terminó ayer, ya que finalmente el Santos de Brasil desembolsó 4 millones de dólares por la totalidad del pase y se hizo con los servicios del mediocampista. “Felizmente, hoy viajo en busca de una sociedad con Neymar. Soy un eterno agradecido al mundo Rojo”, fueron las primeras palabras que expresó Patito, en una carta dedicada a los hinchas del Diablo de Avellaneda.

“Sólo tengo palabras de gratitud. Estoy en el club desde el año 2000 y hoy me toca irme al Santos de Brasil para dar un paso importante en mi carrera. Durante estos 12 años crecí con el color rojo como bandera. Me llevo el apoyo incondicional de los hinchas genuinos, el haber sido reconocido por una simple ovación o un cálido aplauso. Me llevo a muchos grandes compañeros y otros tantos amigos. Desde hoy seré un hincha más del Rojo, desparramado por el mundo”, completó Rodríguez en su sentido comunicado.

Evidentemente, el mediocampista se vio invadido por una profunda emoción, porque más allá de la carta difundida, continuó manifestando sus sensaciones a través de su cuenta de Twitter. “Contento por haber pensado siempre en Independiente y mostrarlo a través de hechos. Me voy por la puerta grande habiendo sido muy honesto”, escribió Patito, quien deja la institución con 113 partidos y 10 goles en su haber.

Por último, el jugador de 22 años brindó una nota a Radio Rivadavia, donde reconoció: “Siempre quedan cuentas pendientes. Hubiese sido lindo ganar un campeonato o una Copa Libertadores. Pero la Sudamericana al menos me saca la espina de haber logrado algo”. Luego sí, se dispuso a preparar las valijas. Mientras tanto, ya sueña con convertirse en el socio perfecto de Neymar. A tirar paredes.

Fuente: La Razón