La situación es «catastrófica», indicó un habitante, añadiendo que en algunos barrios no se conseguían alimentos ni medicamentos.
Damasco. Centenares de personas huían el jueves de los barrios de Damasco, escenario de combates de una extrema violencia, tras el atentado de la víspera que costó la vida a tres altos responsables del régimen, entre ellos el cuñado del presidente Bashar Assad.
En Damasco la vida cotidiana parecía desarrollarse el jueves en cámara lenta. La mayoría de las tiendas en las calles comerciales del centro estaban cerradas, y en las que permanecían abiertas escasos clientes se abastecían a toda prisa.
La situación es «catastrófica», indicó un habitante, añadiendo que en algunos barrios no se conseguían alimentos ni medicamentos.
Centenares de personas huían por temor de una ofensiva gubernamental de los alrededores del suburbio pudiente de Mazzé, donde al amanecer hubo tiros desde helicópteros artillados y disparos de morteros, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una ONG con sede en Londres.
Según el OSDH, en esos combates murieron cinco soldados y los disparos rebeldes impactaron en un helicóptero y destruyeron vehículos militares.
El miércoles, en toda Siria murieron 214 personas -124 civiles, 62 soldados y 28 rebeldes-, siempre según el OSDH. En Damasco, precisa, hubo 38 muertos.
El balance no incluye a los tres altos cargos fallecidos en el atentado con bomba que decapitó al aparato de seguridad del régimen: el ministro de Defensa, Daud Rajha; su viceministro, Asef Shawkat, cuñado de Asad; y el jefe de la célula de crisis, Hasan Turkmeni.
También resultaron heridos el ministro del Interior, Mohamad Ibrahim al Shaar, y el jefe de la Seguridad Nacional, Hisham Ijtiar, según una fuente de los servicios de seguridad.
Este atentado es un «golpe duro» para el régimen sirio de Bashar Assad, así como para el «eje radical» Irán-Hezbollah, opinó el jueves el ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak.
«Lo que sucedió allá acelerará la caída del régimen de la familia Assad. Se trata de un golpe durísimo para él, así como para el eje radical, los iraníes y el Hezbolá» chiíta libanés, declaró Barak durante una gira por la meseta siria del Golán ocupada, según un comunicado de su oficina.
Este atentado marca «el comienzo del fin» del régimen, afirmó este jueves un portavoz de la oposición.
«Lo que ocurrió ayer es una señal del comienzo del fin de este régimen (…) es un gran golpe asestado al (jefe del Estado) y al aparato de la seguridad y de la represión del régimen», afirmó George Sabran, portavoz del Consejo Nacional Sirio (CNS), principal coalición de la oposición.
China condenó enérgicamente el jueves el atentado de Damasco, y llamó «a todas las partes» a cesar inmediatamente las violencias.
jornada.unam.mx