La dueña de una ferretería aportó un dato que alimenta la pista del suicidio: dijo que el sábado pasado dos chicas le compraron una soga con la excusa de que iban a saltar juntas.»Les dije que con 2,5 metros iba bien. Pero me dicen queremos saltar juntas y me pidieron dos metros. Pagaron y se fueron».
La dueña de una ferretería cercana a la casa de las víctimas aportó un dato que alimenta la hipótesis de un pacto suicida. Dijo que el sábado pasado dos chicas le compraron una soga con la excusa de que iban a saltar juntas.
«Me dijeron que era para saltar. Le dije que con 2,5 metros iba bien. Pero me dicen ‘queremos saltar juntas’ y me pidieron dos metros. Pagaron y se fueron”, contó la mujer.
La mujer señaló que tiene anotado en un cuaderno que la venta se efectuó “el 10 de julio”, un dato que conduciría a pensar que se trató de un pacto planeado con bastante antelación.
“Estaban muy tranquilas”, describió la señora, en diálogo con América 24. Además recordó que ella les sugirió llevar una soga de un metro y medio “pero una de las chicas le dijo a la otra que iba a ser corta y que llevaran una más larga”.
El testimonio de la vendedora es clave si se comprueba que la soga usada para el ahorcamiento fue comprada en esa ferretería. “No me llamó la Justicia todavía”, aclaró.
La pista del suicidio es la principal hipótesis que manejan los investigadores, pese a que todavía aseguran que no descartan otras motivaciones.
Por su parte, el juez de la causa anunció que convocará a los padres de las víctimas y a sus novios para confirmar las versiones que indican que las chicas tenían problemas con sus parejas, y que decidieron suicidarse juntas por cuestiones sentimentales.
En el caso de Luján Peñalva, de 19 años, la decisión de quitarse la vida estaría directamente vinculada con la oposición que mostraba su padre respecto a la relación que ella mantenía con Exequiel Fredes.
El 14 de julio pasado la chica le contó a su novio que sus padres no estaban de acuerdo con la relación que mantenían. «No quieren saber nada de vos; mañana me echan de la casa; me quiero morir», le escribió.
«No se que voy a hacer», amplió. «Mi papá me dijo que ya no voy a grabar mi disco»
Luján también habló de un embarazo. «Por fa gordo, comprá las pastillas y dejame segura que no me voy a embarazar ni nada». En otro tramo de la conversación la joven manifestó sus intenciones de quitarse la vida: «No doy más del dolor, se me caen las lágrimas como nunca. Ya no doy más de esta vida horrible».
Yanina , de 16 años, habría sufrido un fuerte desengaño. A través de su cuenta de Facebook, y antes de irse de su casa, le dejó un mensaje a un amigo, de nombre Nacho, en el que le contaba que su novio la había dejado.
La chica le dijo que Iván la había dejado. «No puedo vivir más, te juro que no puedo vivir», le escribió.
Yanina dijo que se iba a matar «donde sea» para que su novio se diera cuenta de «lo que lo amaba», y de lo que sufrió por él. «No paro de llorar», le contó.
Anoche, familiares, amigos y allegados comenzaron a desfilar por las distintas casas velatorias donde están siendo veladas las jóvenes, y cuyos cuerpos serán sepultados cerca del mediodía.
«No creo en eso del pacto suicida. No me entra en la cabeza. Alguien se las llevó y las mató. Luján era una chica llena de vida, siempre estaba sonriendrío y soñaba con ser cantante. El mes pasado fue su cumpleaños y nos juntamos en el centro para brindar por sus 19 años. Ella decía que este año iba a despegar con su carrera de cantante, y se reía”, contó Lourdes, una amiga de Luján.
Fuente: Online-911