Interrumpió por primera vez un pago a Cammesa, la compañía mixta que administra el mercado y se encarga de pagar por la electricidad a las generadoras.
El mal momento financiero que sufren las compañías del sector eléctrico, en especial las distribuidoras, como Edenor, Edesur y Edelap, comenzó a mostrar síntomas que ahora no habían evidenciado.
El martes, Edesur, que pertenece a la italiana Enel y brinda el servicio de energía a la mayor parte de la Ciudad de Buenos Aires interrumpió por primera vez desde la privatización un pago a Cammesa, la compañía mixta que administra el mercado y, entre otras cosas, se encarga de pagar por la electricidad a las compañías generadoras.
La empresa debía desembolsar $148 millones a Cammesa, un enclave conducido por el Gobierno a través de hombres de La Cámpora (antes estaba en manos del ministro de Planificación, Julio de Vido). Pero sólo abonó $12 millones, consigna El Cronista en su edición de hoy.
Por su pertrecha situación de caja, Edesur pidió evitar el pago de $180 millones correspondientes a julio, agosto y septiembre ($60 millones por mes).
De acuerdo a El Cronista, a eso se suman otros $30 millones que la empresa dejó de pagar debido a un salgo impago del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. La empresa, además, pidió hacer desembolsos semanales.
Si bien Edesur le debe al Estado, éste también le debe a Edesur. Es que en 2008 el Gobierno dejó de pagar ajustes por mayores costos, que ya habían sido aprobados. En total suman unos $500 millones, es decir, más que el pasivo reciente de la empresa.
Edemsa, la distribuidora mendocina del grupo Vila-Manzano, está en una situación similar, con una solicitud de financiación de $27 millones, al igual que las prestadoras de Comodoro Rivadavia y de Puerto Madryn.
En los últimos años, otras empresas, como Edelap, pidieron planes de refinanciación similares.
Por un ardid burocrático consensuado a ambos lados del escritorio, Edesur no está técnicamente en default. El motivo: en la reunión de directorio que se celebró el miércoles pasado en Cammesa, la entidad decidió tomar a cuenta los pagos que realice la distribuidora.
Tomó esa decisión luego de que la distribuidora, algunos días antes, le enviara una carta en la que le informaba que no estaba en condiciones de abonar el saldo total de su factura y solicitaba un plan de pagos que prevé comenzar a pagar la deuda en 12 cuotas a partir de enero de 2013.
Quien tomó la decisión de pasar a un cuarto intermedio fue Luis Beuret, gerente general de Cammesa. De acuerdo con el acta de directorio, luego de un «amplio intercambio de ideas, por unanimidad se resuelve posponer el tratamiento del tema para una próxima reunión de directorio».
Será el miércoles de la semana que viene. Allí Cammesa definirá si deja caer a Edesur en cesación de pagos o acepto su propuesta.
Según el matutino, la dilación de la decisión se debe a una interna entre los hombres del ascendente viceministro de Economía, Axel Kicillof, y el cada vez menos visible De Vido.
Beuret es un hombre del ministro, y está secundado por Roberto Baratta, el coordinador de esa cartera. Los funcionarios de La Cámpora -Juan Manuel Abud y Paula Español son las caras visibles- los acusan de haber llevado a cabo las políticas energéticas que condujeron a los problemas actuales.
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