Galuccio on fire: aseguran que amenazó con renunciar y empezaron los chispazos en la nueva YPF

Según el diario La Nación, los primeros inconvenientes se habrían generado entre el CEO de la compañía, Miguel Galuccio y el ministro de Planificación, Julio De Vido. Fue por el trato con los posibles inversores.
La nueva YPF lanzada no hace mucho por el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner ya es escenario de algunos encontronazos entre sus directivos y miembros de la firma, ahora en manos nacionales.

Los primeros chispazos se sintieron hace días y los protagonistas fueron nada menos que el CEO de la compañía, Miguel Galuccio y el ministro de Planificación, Julio De Vido.

Las razones que llevaron a sentir cierto malestar entre los funcionarios que deben llevar adelante la YPF estatal son varias. Según un informe del diario La Nación se mezclan las dificultades para conseguir fondos y el modo de relacionarse con potenciales socios de la compañía.
La búsqueda de fondos es uno de los problemas que genera inconvenientes.
Según el informe del matutino porteño, los desencuentros se precipitaron cuando la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner le encargó al ministro De Vido el trato con quienes se perfilaban como posibles inversores de la compañía. Eso molestó a Galuccio, quien está acostumbrado a tratar con empresarios extranjeros del área y pensó que esta era una tarea que llevaría adelante él.

Pero Galuccio no fue el único molesto con las conversaciones con inversores. La presidenta Cristina Fernández le habría recriminado a De Vido la falta de información con que se manejó antes de sentar a la mesa a empresarios de la estatal china Cnooc, para ofrecerles una asociación.

El Gobierno argentino les explicó a los empresarios chinos que YPF necesita una inversión de entre 20.000 millones y 30.000 millones de dólares en los próximos cinco años.
Hace unos meses, Galuccio recorrió la refinería de Luján y se reunió con Pérez.
Frente a este ofrecimiento, los chinos se mostraron interesados pero pusieron condiciones: un sinceramiento de los precios locales hasta alinearlos con los internacionales y una garantía en activos argentinos y deslizaron que podría ser la producción del yacimiento Vaca Muerta, en el que el Gobierno pone todas las esperanzas, para descomprimir la crisis energética.

Justamente por estas exigencias, es que De Vido habría recibido la reprobación de la presidenta, por no tantear a los posibles inversores más profundamente, antes de ofrecerles algo.
mdzol/lanacion.com