Tras respaldar a Scioli diciendo que lo ve «muy comprometido» con la provincia, el canciller aseguró sobre la relación del gobierno nacional y el bonaerense que «independientemente de las diferencias políticas, son todas instancias de una misma nave».
Jorge Telerman, designado presidente del Instituto Cultural bonaerense, buscó hoy relativizar las «tensiones» desatadas entre la Nación y la administración de Daniel Scioli, aunque llamó a los funcionarios a «trabajar en armonía» por el bien de la ciudadanía, y consideró al gobernador «comprometido y poniéndose al hombro» los problemas de la Provincia.
«Es cierto que, a veces, las tensiones pueden generar fugas de energía inútiles, innecesarias y perjudiciales», advirtió, pero juzgó que en otras ocasiones «las diferencias de opiniones enriquecen».
Por otra parte, Telerman dijo no tener miedo de que la opinión pública lo considere un «saltimbanqui de la política» por haber participado, en su momento, del gobierno porteño de Aníbal Ibarra y, ahora, haber aceptado sumarse al gabinete de Scioli.
«No lo tomo así», respondió el referente peronista cuando radio Vorterix le preguntó si no abrigaba ese temor frente a la sociedad, teniendo en cuenta que entre Ibarra y Scioli no parece haber «afinidad política» alguna.
Telerman, también ex jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, recordó que cuando fue secretario de Cultura de la Ciudad, pudo «trabajar bien» y desarrollar, «al menos» en ese ámbito, «una política ligada a la participación y a la inclusión popular, divisas caras al peronismo».
Scioli designó ayer como presidente del Instituto Cultural bonaerense -en reemplazo del renunciante Juan Carlos D’Amico- a Telerman, quien la semana próxima estaría asumiendo su cargo.
El dirigente aseguró ver a Scioli muy «metido, comprometido y metiéndose al hombro» la realidad «compleja» de la provincia de Buenos Aires.
Consultado sobre los crecientes cruces entre la Casa Rosada y Scioli en las últimas semanas, Telerman reflexionó que «a veces las tensiones no son para preocuparse por las diferencias de opiniones enriquecen».
Sin embargo, sostuvo que «el gobierno nacional, los gobiernos provinciales y, por supuesto particularmente, el gobierno bonaerense, independientemente de las diferencias políticas que se pueden tener, son todas instancias de una misma nave que es la Argentina y eso requiere en los gobernantes la obligación de la armonía».
«En lo personal uno puede darse el gusto de llevarse mejor o peor con cierta gente, (pero) cuando tiene posiciones institucionales y de gobierno tiene la obligación de manifestaciones pensamientos, sus representaciones del mundo, sus modelos de sociedad, pero sobre todo trabajar en armonía», insistió.
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