Eran dos. Sorprendieron a la esposa de la víctima cuando salió al parque de la casa. Ingresaron con ella. Su marido y el joven se despertaron con los gritos. Y los delincuentes les dispararon. El hombre murió en el acto. El muchacho está bien.
«Decidieron quitarle la vida a un trabajador, a una persona que tenía su fábrica y le daba trabajo a la gente, a un ser humano espectacular”. Las palabras las dijo Rodolfo, amigo de un empresario textil que ayer a la mañana fue fusilado frente a su familia por delincuentes que entraron a robar en su casa de Monte Grande. Su hijo también resultó baleado, aunque por suerte está fuera de peligro. Por el caso no hay detenidos.
Esta historia, tan dramática como la de Cañuelas (ver página 3), sucedió en una casona que ocupa un predio en la esquina de Nuestras Malvinas y Pérez Iglesias, a siete cuadras de la estación de trenes de esa localidad del partido de Esteban Echeverría.
Apenas habían pasado unos cuantos minutos de las seis de la mañana, cuando Thelma de Sánchez salió de la casa para ir hasta el lavadero ubicado al lado del quincho.
Antes de que pudiera intentar nada, se encontró frente a frente con dos jóvenes que apenas mostraban sus caras debajo de las gorritas y bufandas, pero tenían perfectamente a la vista las armas con las que la encañonaron.
Aparentemente, los asaltantes lograron acceder al parque de la casa tras limar tres pinches de seguridad ubicados en la parte alta de la reja que rodea el perímetro del predio. La primera sospecha es que pudieron haber querido robar una moto de baja cilindrada que se hallaba en una galería, junto a un auto, pero que al ver a la mujer decidieron ingresar a la finca para llevarse mucho más.
Los intrusos empujaron a Thelma al interior de la propiedad, donde todavía dormían Luis Alfredo Sánchez (58), dueño de la fábrica de lencería Miss Mathel, y su hijo Lucas, de 28 años. Ambos se despertaron con los gritos de auxilio de la mujer, por lo que aparecieron sorpresivamente en el mismo ambiente donde los ladrones la mantenían reducida.
Al verlos, se desató el infierno. Los dos delincuentes comenzaron a disparar y mataron al jefe de familia, quien cayó en la cocina.
“El hombre recibió un balazo en el cuello y murió desangrado delante de su esposa”, confirmó un jefe policial que participa de la pesquisa.
El hijo del empresario textil también recibió un disparo, pero en una de sus piernas, por lo que fue auxiliado por su madre y trasladado a un centro asistencial de la zona. Lucas fue atendido y dado de alta pocas horas más tarde. Thelma también debió ser asistida por un ataque de nervios. Y los homicidas huyeron sin robar nada. Los policías que llegaron a la escena alertados por los vecinos salieron en busca de los delincuentes, aunque sin resultados. Tampoco encontraron testigos que pudieran informar en qué escaparon, o hacia dónde.
“Lo mataron como a un perro”
Un amigo de Luis Alfredo Sánchez confirmó que al empresario textil “no le dieron oportunidad de nada, lo mataron como a un perro. No sé qué vinieron a buscar, no entiendo por qué lo mataron así. En todo caso, podrían haber robado y haberse ido”.
“Siento un dolor muy grande porque se me fue un gran amigo, un tipo con sentimientos y valores de trabajo”, dijo Rodolfo en la puerta de la casa de su amigo.
Respecto al hijo de Sánchez, el hombre señaló que “está muy shockeado con lo que le pasó a su padre”, y recordó que el empresario “ya había sufrido un robo en el cual se lo llevaron con su camioneta”.
Investigan el caso el fiscal de Lomas de Zamora Mariano Leguiza y policías de la seccional de Monte Grande.
Fuente: Diario Hoy