Gamboa también respondió a las acusaciones de Caruso Lombardi. Fue muy difícil jugar al fútbol con los 37 grados que se registraron, pero Colón lo intentó y se quedó con el triunfo.
El entrenador Fernando Gamboa habló en conferencia de prensa luego del triunfo de Colón sobre Tigre y se refirió, casi preocupado, a las altas temperaturas que se registran en la ciudad durante esta época del año.
“Empiezo a sentir en carne propia lo que es el calor de Santa Fe y lógicamente que los jugadores los sienten mucho más dentro de la cancha. Eso generó que en el complemento no pudiéramos llevar a cabo lo que hicimos en los primeros 45 minutos”, apuntó el DT sabalero.
Por otra parte, indicó que “cuando el sufrimiento termina de esta manera, bienvenido sea”.
—¿Fueron ese equipo inteligente que vos pretendés?
—Sí, me parece que este rumbo es el indicado. Hubiera preferido tener más la pelota en el segundo tiempo, aunque entiendo que el desgaste de la primera etapa fue muy alto para el equipo. Pero luego tuvimos la inteligencia para tener el balón lo máximo que pudimos, aunque no fue lo ideal, pero más allá de algunas situaciones lógicas que ocurrirían por el solo hecho de que el rival tenía la intención de empatar, el partido estaba controlado. Ganamos bien y es merecido lo que nos llevamos, por todo lo que produjimos en la primera parte y la inteligencia de la segunda, además de dos o tres llegadas clarísimas.
—¿La lesión de Quilez y el agotamiento te privaron de aprovechar jugadores rápidos como Curuchet o Lucero?
—Nunca pude tener la libertad de realizar los cambios que uno se imagina en la cabeza. En casi todos los partidos nos pasó algo similar a éste: Ismael (Quilez) tuvo que salir por un dolor muy fuerte en el tobillo, que viene arrastrando; Mauro (Bellone) me hizo seña de que estaba agotado y no podía continuar, entonces lo puse a Alfredo (Ramírez). Noté que el partido estaba quebrado y necesitábamos mayor tenencia y recuperación, con lo cual tenía la alternativa de sacar alguno de arriba para meter a Lucero o Curuchet, pero si de repente no alcanzábamos a poner el marcador 2 a 0, íbamos a sufrir mucho más en el arco propio. Intenté ponerlo a Rivarola de doble 5 y armar un triángulo en el medio durante esos últimos minutos, pero sólo nos faltaba recuperación.
—¿Qué sensación te dejó la despedida de la hinchada para Damián Díaz?
—Me pareció maravilloso. No sólo por él, ya que a Quilez y Bellone los ovacionaron de la misma manera, inclusive me emocionó la despedida de la gente para todo el equipo al finalizar el cotejo. Yo soy el tipo más feliz de la tierra si mis jugadores se van aplaudidos, eso significa que te reconocen el laburo que hacés y es un gesto de que se llevan algo de buen fútbol, entrega y una victoria para seguir creciendo.
—¿Hasta qué punto te preocupa que los jugadores no hayan podido definir el partido con todas las situaciones que crearon?
—En esta ocasión, hubiese preferido un poco más de calma y tranquilidad a la hora de la definición, pero no es una situación dramática, porque eso para mí significaría que el equipo no sepa presionar, tener la pelota, triangular y muchas cosas más. Colón genera llegadas claras; a lo mejor, el fin de semana que viene, llegan menos y convierten tres. Igualmente, lo vamos a trabajar durante la semana.
Fuente: El Litoral