La Ciudad quiere sacarlos pero los ampara un fallo judicial. Los que fueron trasladados a una plaza dicen que no venden. SClB
El conflicto entre los artesanos y el Gobierno porteño, al parecer, aún no encuentra una salida satisfactoria para todos. Por el contrario, el conjunto de los actores mantiene sus quejas y diferencias. Los artesanos ubicados sobre la calle Perú, entre Rivadavia y Diagonal Sur, continúan trabajando allí con sus mantas y aseguran que no se mudarán, tal como quieren las autoridades porteñas. Los que aceptaron la propuesta oficial y se trasladaron a una feria en la Plaza Roberto Arlt, también en el Centro, se quejan porque allí no venden nada y planean regresar a su antiguo espacio.
Por el momento, unas 140 personas continúan con sus mantas sobre Perú gracias a que la jueza porteña Patricia López Vergara dictó una medida cautelar para que siguieran vendiendo allí sus productos. Días atrás, el Gobierno porteño los había desalojado en un operativo del que participó la Policía Metropolitana (similar al que se llevó a cabo en la peatonal Florida, a principios de este año).
Desde la Ciudad les ofrecieron mudarse a la Plaza Arlt, en Rivadavia y Esmeralda, algo que sólo aceptaron unos 20 artesanos. Y esos manualistas, ahora, se arrepienten del traslado porque dicen que casi que no pasa gente por la plaza. Mucho menos turistas. Los artesanos, entonces, apuestan a que la Legislatura porteña apruebe una ley que los proteja. La legisladora Rocío Sánchez Andía (Coalición Cívica) presentó un proyecto para modificar el artículo 2 de la Ley 4121 que regula la actividad en ferias, e incorporar al perímetro de la calle Perú como “feria”. La iniciativa cuenta con el apoyo de todos los bloques opositores: Frente para la Victoria, Proyecto Sur, UCR, Frente Progresista y Popular y Nuevo Encuentro.
Fuente: La Razón