«Esto no quiere decir que mi final no sea feliz»

Oberto dio una conferencia para confirmar su retiro y aseguró que el básquet le dio mucho. «No sé si habrá algo que llene el espacio de lo que fue el básquet para mí», dijo.

Fabricio Oberto decidió bajarse del básquet definitivamente cuando su arritmia cardíaca, detectada en el 2007, le dio un nuevo aviso en un encuentro ante Milwaukee. El pivote, que estaba jugando para Portland, dijo chau. «Todo este año y medio, después de la operación, tuve la suerte de seguir jugando. Seguí disfrutando del básquet un tiempo. Lamentablemente no pude cumplir con mi responsabilidad y lo que me compromete, terminar la temporada con Portland. Hablé con el equipo, con el técnico y la verdad que todos están contentos por mi decisión», contó en una conferencia, su conferencia, en Córdoba.

Oberto aseguró que dejar el básquet fue un fallo pura y exclusivamente suyo. «Cuando hablé con los médicos, les dije que la decisión iba a ser mía. Hablé con las personas de mi entorno, lo fui asimilando, lo fui pensando y acá llegué», aseguró. Cuando se le preguntó sobre si era definitivo, el cordobés respondió: «Siempre he sido muy positivo. Todo depende, pero hoy por hoy, al no tener la confianza para jugar, eso me marca el camino».

¿Qué es lo que más extraña? «No poder compartir momentos, la competencia, estar contra amigos. Decir ‘mañana voy a jugar contra tal equipo y tengo que defender a éste jugador'». Pero ojo, para el pivote, su final con la naranja no es triste: «Irme así no quiere decir que mi final no sea feliz, no me puedo quejar de nada de lo que me pasó en el básquet».

Por otra parte, reconoció el apoyo de sus compañeros de equipo y, también, los del seleccionado argentino. «Hablé con Manu, Luis, Chapu… Ellos se comunicaron enseguida. Estuvieron todos de acuerdo, respetaron mi decisión». Oberto, tiene algo bien claro: «No sé si habrá algo que llene el espacio de lo que fue el básquet para mí, pero algo siempre me va a tener ligado a este deporte».

Fuente: Olé