El defensor de Independiente se retirará del fútbol profesional en la próxima fecha y tuvo su despedida en la cancha del equipo que lo vio debutar con 17 años, en 1997.
El defensor de Independiente, Gabriel Milito actuó por última vez ayer ante su público en Avellaneda, ya que una vez finalizado el torneo Clausura de fútbol se producirá su retiro como profesional.
A los 31 años, Milito dejó la actividad y lo despidieron con banderas alusivas -además de cánticos- como la que decía que las despedidas son tristes y dulces al mismo tiempo.
Frente a San Lorenzo, el capitán rojo tuvo un partido exigente después de que el árbitro, Carlos Maglio, expulsara a un integrante de la defensa del local, Julián Velázquez.
Milito debutó en primera con 17 años, en 1997, y jugó en el club de Avellaneda hasta 2003, destacándose por su solidez en la marca, su prestancia y potente cabezazo.
Con Independiente ganó un solo título, el Apertura de 2002, en una dura pelea con Boca, que arremetió en los tramos finales ante una caída en el rendimiento de aquel equipo que dirigía Américo Gallego.
Luego de disputar los clásicos contra su hermano Diego, uno en Independiente, el otro en Racing, llegaron a jugar juntos en Zaragoza de España.
En el equipo aragonés Milito estuvo cuatro temporadas, ganó dos títulos y además jugó en gran nivel, por lo que despertó el interés de Barcelona.
Entonces, pasó cuatro temporadas en el club catalán, con el que ganó seis títulos locales y tres internacionales.
Sin embargo, sufrió dos graves lesiones, una en cada rodilla, que lo dejaron inactivo durante largo tiempo.
A fines de 2009 recibió el alta, pero ya no pudo mantener su buen nivel, perdió la titularidad y a mediados del año pasado decidió regresar a Independiente.
Durante su exitosa carrera Milito jugó en la selección sub 20 con la que ganó un Sudamericano y también en la Selección mayor.
En la tarde de su despedida, con el equipo actuando en condición de local, el clima se asoció para pintar el panorama, ya que fue fría y gris.
Fuente: Cadena3